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Mostrando entradas de junio, 2015

LAS LECCIONES DE BERNABÉ JURADO (Tercera parte)

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8 Despertar en la maca, tras sentir la entrada calurosa de una mañana todavía fresca. Entonces Bernabé no quería voltear a su alrededor, darse cuenta que no estaba en Acapulco, ahí donde tenía que sacar al borrachote del hijo del expresidente Plutarco Elías Calles, quien se negaba a pagar las cuentas y a los hoteleros por sus desmadres; no, ese lugar no era Acapulco, ni tampoco ninguno de esos lugares tropicales que con su automóvil y cuanta mujer le placiera, recorría. Ese lugar de la mañana fresca y tardes calurosas, era las mismisimas Islas Marías. Eso del tedio, es aburrido, más aun, cuando se esta en una prisión tan alejado de las amigas, las viejas, los buenos momentos de la vida. Algún cigarro de mariguana serviría para aliviar las penas y sentir por unos segundos, en cada golpe placentero, que aun existían motivos de vida. Doceava lección, “No te avuevones pendejo, mejor ponte a trabajar” .  Levántate  todas las mañanas y haz  ejercicio, para sentirte vivo y saca

CARTA A LOS QUE SI CREÍMOS EN EL PARTIDO HUMANISTA

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Pues si, que podíamos esperar, estudios del CIDE señalan que el 91% de los mexicanos no confían en los partidos políticos; es más, la perciben como el área donde más permea la corrupción. No es para más, una sociedad incrédula, desconfiada y dominada por un duopolio en la opinión pública, ha llegado a los extremos ridículos de detestar todo aquello que sea político. Las voces “criticas” se atreven desde proponer “votos nulos”, apoyar a “lideres mesiánicos conservadores” o bien, a proponer de una vez por todos, la desaparición del financiamiento público de los partidos. Que podemos esperar de la corriente neoliberal privatizadora, donde todo se vendió, los teléfonos, los ferrocarriles, la luz, el petróleo; pues ahora, vendamos también la política.  Quitemos el derecho a los mexicanos de participar en cuestiones políticas, hagámoslo viles consumidores, personas individualistas que no tengan preocupaciones altruistas, ni por su familia, ni por sus vecinos, ni por sus prójimos; hag