JUAN PABLO II UN "SANTO" ANTIPRIISTA.
La canonización de Juan Pablo II me deja muchas cosas que pensar. No le dejo a reconocer a Juan Pablo II su gran liderazgo evangélico, su enorme carisma y su vocación espiritual. Eso me consta, porque fui testigo de ello, en las visitas qu e hizo a la Ciudad de México. Jamás olvidare la devoción de la gente, las personas que se aglutinaban en las calles y avenidas al verlo pisar, la cantidad de "voces" criticas y disidentes al catolicismo, que callaban, al verlo pasar. La postal que jamás olvidaré fue su encuentro con el Comandante Fidel Castro. Ese para mi, desde mi alma latina, fue el encuentro del siglo. La postura de ambos hombres y los discursos que cada uno de ellos se dijo, son verdaderas piezas literarias en la lectura política, que cualquier politólogo debe de analizar. Sin embargo, hay cuestiones que le reprocho. Su congruencia de liberar los pueblos sujetos al régimen totalitario de la Unión Soviética, no fue congruente, con