CUANDO UN AÑO TERMINA
Cuando un año termina, debería terminar uno también con sus propios vicios y errores; en verdad, dejar atrás aquello que lo hace sentirse mal e iniciar, con el año nuevo, un nuevo ser, una nueva persona, un nuevo espíritu, con muchas historias que escribir. Pero a veces no ocurre esto. La diferencia entre un año y otro, es solo un día; específicamente un segundo, de un mes, de uno de los tantos días del calendario civil. Entonces, cualquier cronometro puede anunciarnos, que el año “viejo” término y que inicia otro año “nuevo”; pero eso no es cierto, la mayoría de las personas no son “viejas” para convertirse en “nuevas”; peor, siguen siendo las mismas y cada día, cada segundo, envejecen … ¡Hasta morirse¡. ¿Entonces que debe aprender uno con esta fecha decembrina del fin de año?. Uno debería de aprender, a “mirar” el pasado, pero no con tristeza, de saber que aquellos días no volverán, sino con el gusto de haber vivido lo que vivió. De ahí, que la primera lección que