"EL LOMBROSO MEXICANO": ALFONSO QUIROZ CUARON
Hay historias que uno tiene que contar, que no pueden pasar jamás por desapercibidas, quizás nadie pueda entender la inmensa soledad de aquel estudiante de la Escuela Medico Militar, de nombre Alfonso Quiróz Cuaron, cuando se enfrento en aquella necropsia realizada en el anfiteatro de la escuela, sobre el cadáver de quien sería el último caudillo de la Revolución Mexicana: El general Alvaro Obregón. Escucho por esos días, que su asesino era José León Toral, un fanático católico, pero sabía bien, que los resultados de la necropsia practicada aquel día, arrojaba resultados distintos. Sin duda alguna, múltiples orificios realizados por diversos calibres, era lo que tenía el cuerpo de Álvaro Obregón, lo que implicaba que la prensa mentía, jamás hubo un asesino solitario; las miles de personas que se formaban en Palacio Nacional para llorar y despedir a su líder, quien además iba a ser el próximo presidente, nunca sabrían la verdad, que él conocía. Entonces Alfonso