QUERIDO AMIGO VÍCTOR
Querido Amigo Víctor.
Me haces más falta ahora de viejo, que de joven; será porque cuando te conocí joven, eras un viejo sabio y yo, apenas un jovenazo que jugaba contigo a ser joven de a deveras.
Porque nunca me hablaste de Roció. Ambos sabíamos quien era, pero nunca me dijiste que le habías ayudado en la revisión de su cuaderno de Geografía, para que pudiera acreditar la materia y no, tuviera el mismo destino que después tuve, de reprobar la secundaria. ¿Porque nunca me dijiste que la conocías?. ¿Porque carajos eras tan reservado?. Y sin embargo reías, de forma inocente y conspirativa, tramando en tu cabeza, la historia en la que yo sería él actor y tú el escritor oficial de la misma.
¡Sabes hermano, me haces falta!. Quien como tu, para platicar mis penas y después, echarme a llorar y reír, oyendo la canción exacta de Joaquín Sabina, para que pudiera levantarme de mi tristeza.
Sabes, como te fuiste de esta vida temprano, ya ni pude contigo compartir todas las broncas que ahora arrastro. Vaya, dejaste a tu hijo Ulises tan pequeño de apenas cinco años de edad creo, mientras que el mío creció y ahora, es todo un adolescente, al que debo de seguirlo educando. No cualquier adolescente, más raro y misterioso, de lo que éramos tú y yo juntos. ¡Fíjate que el tiene síndrome de asperger, nosotros, sepa la bola, que diablos teníamos!.
Sabes amigo, en este momento te extraño y te hablo. Será porque ayer, Rocío platicó de ti y me narro una anécdota que seguramente, nunca se la platicaste a tus papas, mucho menos a tus primos y a tu hermano Vladimir. Mucho menos, se la platicaste a Ivan, eras muy pequeño para registrar historias de amor, amistad, compañerismo y solidaridad, que se puede vivir en el estrés y el ajetreo, de no querer reprobar el tercer año de secundaria.
Esa historia me la platico Rocío, la tuvo guardada durante 29 años, pareciera que al drede tramaste esa historia, desde aquel entonces, dejándola en una caja de tiempo, para que ella, después de custodiarla por tanto tiempo, fuera quien me lo transmitiera.
Si nunca hubiera existido el tal Zuggermann o como se llame el inventor del Facebook y nunca me hubiera reencontrado con Rocío, jamás, pero jamás, me hubiera enterado de esa historia. Pareciera pues, que me la guardaste de tu testamento, que te quedaste callado en ese entonces, porque sabías perfectamente cuál era tu destino y el mío, sabías bien que morirías primero y que yo viviría entre todas las broncas que me toca enfrentar ahora. Pareciera pues, que nuestras almas, tuvieron como opción de vida, o vivir enfermo y morirse; o vivir enfermándose para morirse lentamente. Como si jugáramos a un juego ficticio de mesa, tu elegiste la primera opción, yo la segunda.
¡Sabes Víctor, pienso y te lo digo con sinceridad, que me hiciste falta!.
Y que en este momento, como quisiera tenerte y platicarte qué onda conmigo. Solo para escuchar una sonrisa, un abrazo, una melodía musical; una respuesta sabia, como las que sabías dar. ¡Carajo .... la historia que escribiste y vivimos, no me gusto!. Te hubieras puesto escribir mejor telenovelas o un capítulo del programa de la Rosa de Guadalupe, tus malditas tramas dejan al lector, pero más quien la vive, con ganas, pero muchas ganas de morirse o de enamorarse. Yo me enamore, pero sigo sin morirme. Solo una conciencia como la tuya, es capaz de encontrar gestos de nobleza, de amor, de pureza, de la simple nada, de lo cotidiano; de lo qué pasó alguna vez hace muchos años.
Sabes hermano. Te extraño y desearía con todas mis fuerzas, platicar contigo, aunque sea en un breve sueño, de esos donde aparezcas como te deje en el último día en que te vi, con la misma sonrisa oculta y seriedad que te caracterizaba.
Déjame decirte que nos faltó ser amigos adultos, para platicar sobre nuestros hijos.... ¡Me haces mucha falta canijo!
Me dejaste solo viviendo y Rocío, ... ella me contó la historia que tú me guardaste.
¡Te quiero cabron!. ... Haber si te vuelves a morir, para decirte, que no te mueras cabron. ¡Que en esta historia que empezó, haber como diablos termina!.
Quizás mucho mejor, de la que escribiste en vida. ...
Quizás, mejor .... mucho mejor.