¿HUBO UN GOLPE DE ESTADO EN MEXICO EN 1968?
La transición democrática que se dio en el año 2000, tanto en el país, como en la Ciudad de México, fue inconclusa y lejos de lograr la reconciliación de la nación, lo que provocó fue perpetuar la impunidad.
Las frustradas acusaciones que en su momento la Fiscalía Especial de Movimientos Sociales Políticos del Pasado promovió contra el expresidente Luis Echeverría y el policía Nazar Haro, no fueron más allá. Nunca se supo y sigue sin saberse, quienes fueron los “informantes”, “los infiltrados”, las personas que torturaron y ejecutaron a sangre fría en esos días. No se sabe, que fueron de esas personas, si fueron, treinta, cincuenta o cien personas o más, los que con recursos a cargo del erario público, tuvieron la perversa tarea de golpear, atormentar y eliminar. Sigo hasta el día de la fecha sin conocer, sin nombre, apellido, sin historial de vida, las personas que hicieron la “sucia tarea” que “alguien” les ordenó. No quisiera pensar que muchas de estas personas, todavía las tuvimos que jubilar y “compensar” por sus “servicios prestados”.
Han pasado cincuenta y un años de lo ocurrido el 2 de octubre y al día de la fecha, seguimos sin saber, que fue lo qué pasó realmente. La versión de un “perverso gobierno que martirizó a los estudiantes”, no lo descarto, pero se me hace algo simple y con todo respeto, hasta “prefabricado”.
Siguen sin saberse si lo que ocurrió aquella tarde, fue un acto de genocidio, con la expresa orden de eliminar a cientos de personas, como es la narrativa antisistémica que se construyó; o bien, se trató de un “fuego cruzado”, entre dos frentes militares - el del general Marcelino García Barragán vs Luis Gutiérrez Oropeza - donde resultaron víctimas, decenas de civiles e inclusive de militares, que se encontraban ese día y esa hora en la plaza.
Quedan cabos sueltos que me hacen sospechar, que lo que ocurrió aquella tarde, fue realmente un Golpe de Estado fallido y que el gobierno (autoritario) constitucional de aquel entonces, siempre negó. (Y que se sigue negando y ocultando, no por vergüenza de reconocerse autor de un crimen, sino por aceptar que fue víctima del vulgar militarismo que se vivía en America Latina proveniente de los Estados Unidos de America).
No solo pienso eso, también tengo la sospecha, de que el movimiento estudiantil, inició provocado por el propio gobierno. Que fue a través de las oficinas gubernamentales, concretamente de la Secretaria de Gobernación y del entonces Departamento del Distrito Federal, quienes iniciaron la revuelta, que comenzó la pelea callejera de dos pandillas estudiantiles, que generaría el exceso de la fuerza bruta irracional y hasta los conatos de bronca de robos, saqueos, pintas, quemas de camiones y demás actos que se dieron.
Me parece que a diferencia de lo que fue la Revolución Mexicana, concretamente lo que ocurrió con la decena trágica y el asesinato del expresidente Francisco I. Madero; el 68 quedó oculto, en la censura y a la construcción de un mito, que la “Izquierda”, supo aprovechar en su narrativa, ante un régimen hermético que nada hizo para aclarar lo ocurrido.
¡Es hora que con este nuevo gobierno, se llegue a la Verdad!.
No a la verdad legal que siempre estará limitada a las cuestiones jurídicas de prescripciones, garantías y del silencio mortal de sus cómplices. Pero si a la verdad histórica, de conocer y responder, aquellos hechos que al día de la fecha desconocemos.
Pienso que ya no podemos repetir la historia y vivir como país, la eterna duda e indignación, de muerte, violencia e impunidad, que una fecha cómo está representa.
Es hora de trabajar y conocer la Verdad. De lo contrario, lo único que seguiremos alimentando, será el Odio y premiar la impunidad, de quienes sostuvieron y siguen sosteniendo, el engaño que revolucionó a una Nación.