PRI, PAN, PRD ... Y WIKIPARTIDO:
Si promover
una iniciativa popular, en un régimen partidocrático como el nuestro, es algo difícil, pensemos
ahora, lo que es constituir a un partido político nacional.
Es
un derecho de los ciudadanos mexicanos participar en los asuntos políticos del
país, pero realmente, son pocos los mexicanos que pueden participar realmente en
los asuntos públicos, más aun, la concepción de participación política en
nuestro país, está totalmente distorsionada, pareciera que para ser “político”,
se requiere ser un hijo de un ilustre
político, o ser un líder que apadrine a una clientela política, ser una cosa y
no un ciudadano libre, un vil objeto de clientela política, una conciencia en “venta”
o que reciba una dádiva, a cambio de vender su voto, su firma, su supuesta
participación política.
La participación
política en nuestro país, está mal concebida, pues cuando hablamos de un político,
imaginamos a un ser deleznable, asesino, corrupto, mentiroso, traidor, gánster;
la participación de nuestros políticos en los últimos años, no ha sido la
mejor; pero también nuestra participación ciudadana no ha sido satisfactoria; los ciudadanos nos hemos abstenido de participar,
de exigir cuentas a nuestros representantes, se nos ha olvidado, que en cada
uno de nosotros somos también, políticos.
Wikipartido
es, eso al menos me parece, uno de los primeros esfuerzos ciudadanos, para
constituir un partido político.
El
Sistema Político Mexicano como cualquier sistema político en el país, no está exento
de errores, sin embargo, no me corresponde justificar o comparar el sistema político
con otras naciones, pues éste es mi país, en este nací y en este deseo
participar.
El
sistema político mexicano es una creación del PRI, y este partido, no fue más
que en su momento, el instituto político que sirvió para legitimar a una forma
de gobierno autoritaria, basada en el poder de un solo hombre, llamado
Presidente de la República.
Una
forma de gobierno autoritaria, una “dictadura casi perfecta”, como lo definiría
el premio Nobel Mario Vargas Llosa, o bien, una monarquía transexenal en vía
hereditaria, como diría Daniel Cosio Villegas.
Sea
lo que sea, ese aparato autoritario que fue el PRI-Gobierno, a través de
diversos actos para legitimarse, promovió la creación de partidos políticos. Los
mismos partidos políticos que hoy gobiernan a éste país. Los mismos que aprendieron,
no a transformar y suprimir el poder corrompido, sino a compartirlo.
Muchas
de estas organizaciones políticas, nacieron de forma pura, pero otras más,
fueron promovidas por el propio Estado y en otros más, como escisiones del
partido oficial de Estado.
El
PAN fue uno de esos partidos políticos, que nació como un grupo de ciudadanos
libres, aunque fueron estigmatizados por los gobiernos priístas como “reaccionarios”,
su contribución en la democracia mexicana ha sido valiosa y admirable;
lamentablemente, su estructura elitista y sus antecedentes históricos, ha hecho
que sea un partido percibido como excluyente, calificado de “conservador” o de “derecha”.
Recientemente su ascenso a la presidencia, generó diversas decepciones, ante su
gran expectativa frustrada, de transformar el Estado mexicano.
El
PRD, fue otro de esos partidos políticos, que logro conjugar intereses
antagónicos, compuesta por los enemigos del régimen, la vieja “izquierda” comunista,
aliada con la disidencia priísta. La
percepción que ha generado, ha sido de un partido dividido, con constantes
fricciones entre sus denominadas “tribus” y lamentable desatinos, al identificarse
como “partido violento” y desconocer la institucionalidad en que se cimenta el
Estado.
Otros
partidos como Nueva Alianza o el Partido Verde Ecologista Mexicano, corren la
misma suerte de descrédito, al parecer estos, más que organizaciones políticas
de ciudadanos, en extensiones sindicales o empresas familiares.
Partidos
como el del Trabajo o Movimiento Ciudadano, también han generado malas percepciones en la
ciudadanía, al asimilarse estos como partidos “zánganos”, que “se cuelgan” de algún
personaje popular, para poder alcanzar por lo menos el 2% de la votación nacional y sobrevivir del presupuesto
público.
Lo
cierto es, que los partidos políticos es la mejor forma de organización política
que las sociedades modernas han podido construir, sin embargo en el caso
mexicano, han sido los partidos políticos, las instituciones más conservadoras,
las menos transparentes, son también “podres fácticos”, que se han negado, a la
democratización del país.
Y
prueba de ello, han sido las leyes electorales, que estos partidos a través de
sus diputados y senadores, han legislado. La creación de un partido político,
es un reto descomunal para cualquier organización que no cuenta con el apoyo de
los recursos públicos que puede desviar algún gobierno; el poderío económico de
alguna empresa o inclusive, los recursos materiales, humanos y económicos que pudiera
aportar alguna organización sindical o inclusive, partidista.
Tan
sólo el artículo 24 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales establece que para conformar un partido político nacional, se
requiere por lo menos, contar con 3 mil afiliados en por lo menos veinte
entidades federativas, o bien, trecientos afiliados en por lo menos, doscientos
distritos electorales uninominales. Adicionalmente establece como requisito,
que dicha cantidad, no podrá ser inferior al 0.26% del padrón electoral federal
que haya sido utilizado en la elección federal ordinaria inmediata a la
presentación de la solicitud del partido.
La
constitución de un partido político implica conformar asambleas constatadas por notario, en el que se
verifique la realización de esas asambleas que hagan constar la participación
de los ciudadanos en las cifras antes citadas. ¡Un gran gasto que difícilmente un
bolsillo individual o de grupo pudiera pagar¡, al menos de tratarse de alguna
entidad partidista, sindical, empresarial, que pudiera solventar esos gastos,
organizar asambleas, convocar a ciudadanos, inclusive a través de métodos deleznables
como el “acarreo” y compra de votos, filiaciones y hasta de manifestantes.
El
régimen democrático de nuestro país, promueve que éste sea partidista, pero
lamentablemente ese partidismo es oligárquico e incongruente en sus principios;
los mecanismos de selección de candidatos a los puestos de elección popular,
han hecho que éste sistema sea monstruoso, al ser seleccionados éstos en “encuestas
internas”, “convenciones democráticas” o los “dedazos” llamados éstos “candidatos
de unidad”; sea el método de selección “simulado”, los candidatos logran legitimarse en cada jornada electoral,
cuando la mayoría de los ciudadanos votamos por candidatos partidistas, que en
ningún momento elegimos, o cuya procedencia de obtención de la candidatura, fue
dudosa.
Así
lo denuncie el diversos blogs, en las elecciones del 2012; mismos que publique
el 5 de febrero, 8 y 29 de abril, 20 de mayo y 23 de junio de 2012, los vecinos de la Delegación Cuauhtémoc,
votaron por candidatos, que fueron postulados por sus respectivos partidos, de
manera secreta.
Un
sistema partidocrático el cual critique y reiteró nuevamente sus críticas: “Ellos” ….por lo que debemos de botar” publicado
el 23 de julio del 2011; “¡Partidocracia
y más partidocracia …¡ (La elección del diputado federal en el 8° Distrito
Electoral), publicado el 15 de enero del 2012; “¡No soy un ciudadano “cosa”¡” de fecha 22 de abril del 2012. Artículos en los que básicamente manifesté el “hambre”
de los partidos por sostener sus prerrogativas, (dinero público que pagamos los
contribuyentes), para mantener a una “bola” de políticos burócratas,
narcisistas de los reflectores, que no han capacitado a los ciudadanos para el
ejercicio de sus derechos políticos, en generadores de “clientelas”,
conciencias secuestradas, mancilladas, capacitadas para la industria del “mitote”.
Mucho
se ha dicho que no se necesitan más partidos, otros inclusive, proponen que se
supriman; contrario a ello digo, que se requieren más partidos políticos. No se requiere de únicamente de los tres
partidos tradicionales, ni de los mismos políticos de hace treinta, veinte o
diez años; se requiere de más organizaciones
políticas y nuevas caras en el escenario político, nacional, estatal, regional.
Se requiere pluralidad de ideas, mayor debate en las propuestas políticas, en los
planes y programas de gobiernos; se requieren de muchas opiniones, en pocas
palabras, se requiere a los mejores mexicanos.
Se
trata pues, de un derecho político que tenemos los ciudadanos. Votar y ser
votado, pero también, participar, expresarnos, opinarnos, vigilar, fiscalizar a
nuestros representantes y funcionarios públicos. Así lo establece la Constitución
Política en su artículo 41, que establece, que los partidos políticos son
entidades de interés público, que tienen como fin promover la participación del
pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación
nacional y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos
al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e
ideas que postulan mediante el sufragio, universal, libre, secreto y directo.
Para
ello, el Instituto Federal Electoral (IFE), ejercerá para el 2013, la cantidad
de $11,019,848,180.00 (Once mil diecinueve millones, ochocientos cuarenta y
ocho mil ciento ochenta pesos 00/100 M.N.). Parte de ese dinero público, se destinará para
el financiamiento público de los partidos políticos; cantidad similar recibirá
dicho organismo público para el próximo ejercicio anual y del cual, parte de
ese presupuesto, lo destinará a todos los partidos políticos.
Crear
nuevos partidos políticos, no implica aumentar la tajada presupuestal del IFE, sino por el contrario, el dinero presupuestado
para partidos políticos deberá dividirse entre los partidos políticos que
obtengan su registro. ¡Qué valiosa oportunidad de acabar con la partidocracia
PRI-PAN-PRD, si logramos constituir mayores partidos políticos que compitan en
las próximas elecciones del 2015.
Por
eso sostengo, que Wikipartido, es una muy buena opción para participar en la política,
sin necesidad de ir a mítines, de formar parte de una clientela o de besarle la
mano, algún político sin preparación académica y formación ética.
Wikipartido
es un partido para internautas, es la organización de la sociedad futurista, la
netocracia que irá tomando el poder en sociedades industriales que deberan transitar a la era de la información.
Un
partido que no impone la cláusula de fidelidad, que no condiciona la afiliación
de sus miembros, que no promete; un partido que será una plataforma democrática, como lo es
la enciclopedia Wikipedia, un espacio virtual donde converge la inteligencia
colectiva y participativa.
Es
hora de innovar la política, de buscar nuevos cauces para la protesta y la
participación, de ir construyendo una sociedad democrática, con base a la
razón, a la tolerancia, a la discusión, pilares de una auténtica de la
democracia; donde no cabe la intolerancia, el insulto, el odio.
Señores
y señoras, hoy les informó, que me sumo al Wikipartido.
Reitero
mi compromiso, por reducir la brecha digital y por construir una sociedad
democrática, informada y cada vez mas cercana, a las tecnologías de la información.
Es
hora, de construir nuevas alternativas, para la exigibilidad de los derechos políticos.
Es hora
de participar.