CONFESIONES EN EL PARTIDO HUMANISTA, SEGÚN MIS MEMORIAS (Primera Parte)
A MANERA DE ADVERTENCIA.
Siempre
he tenido la libertad de escribir y pensar lo que en mi conciencia, me permite
hacer y decidir. Los intentos y los actos de censura hacia mi forma de ser,
sentir, disentir, siempre los he padecido, a veces de la manera más pedante y
arbitraria, he llegado inclusive a perder mi principal sustento económico y en otras
ocasiones, se me han truncado las oportunidades profesionales.
No es el caso del Partido Humanista, espacio político que me abrió las puertas y me invitara a participar, para dignificar la política mexicana.
Por otra parte, hoy como lo prometí, rompo el silencio. Advierto que las presentes memorias, solo reflejan un punto de vista personal y que de ninguna forma, puedo aseverar afirmaciones de lo que a continuación se lea, pues lo dicho en cada renglón del presente texto, constituye mi apreciación personal y cualquier comentario que pudiera ser ofensivo para algunos de los aquí referidos, se encuentra en la total libertad de realizar las aclaraciones correspondientes.
También he decidido en algunos casos particulares, modificar los nombres de las personas, atendiendo inclusive a la petición de dichas personas.
También he decidido en algunos casos particulares, modificar los nombres de las personas, atendiendo inclusive a la petición de dichas personas.
Así pues, estoy convencido que cada quien debe rendir cuentas de porque este Partido Político Nacional, no logró obtener el mínimo de respaldo popular que exige la ley, para poder conservar su registro. Yo hago mi parte lo mio, escribiendo las razones que explican lo anterior, los demás, deberían de hacer lo suyo.
Antes de iniciar las presentes memorias, reitero la gratitud y la reciprocidad, de aquellas personas congruentes, honradas, de vocación, que existen todavía en la política mexicana. Hombres y mujeres, que aprendí de ellos, la esperanza de que este país, todavía tiene remedio. Aunque claro también lo es y en honor a la justicia, imperan grupos de personas, que contribuyen diariamente a denigrar esta profesión, que en teoría debería ser la mas importante y altruista, de todas las demás profesiones.
Espero también por otra parte, que las anotaciones aquí escritas, contribuyan a la comunidad académica, para entender los procesos de deliberación de los partidos políticos y la problemática del sistema de partidos, que enfrentamos en nuestro sistema legal y constitucional. Espero que con ello, se rompan o se confirmen algunos mitos que se han escrito sobre los partidos políticos.
Finalmente expreso, que de ninguna forma, el presente testimonio, constituye algún juicio a favor o en contra, de alguna persona, expresión o corriente del partido. Estoy fielmente convencido, salvo algunas excepciones, que quienes participamos en este proyecto, (incluyendo a quien escribe esto), lo hicimos y lo seguiremos haciendo con una total vocación de servicio.
Finalmente expreso, que de ninguna forma, el presente testimonio, constituye algún juicio a favor o en contra, de alguna persona, expresión o corriente del partido. Estoy fielmente convencido, salvo algunas excepciones, que quienes participamos en este proyecto, (incluyendo a quien escribe esto), lo hicimos y lo seguiremos haciendo con una total vocación de servicio.
Iniciamos pues.
Esta historia comienza así:
Esta historia comienza así:
1
Mi
ingreso a la vida política del país, se debió precisamente, a un acto de
conciencia y libertad; una vez más que estuve convencido de mis limitaciones en
el servicio público, por tratar de erradicar la corrupción y mejorar el
funcionamiento de las instituciones, supe entonces, que el único camino para
mejorar todo aquello que quería cambiar, era precisamente, eligiendo la opción de
la política.
Fui renunciado del Gobierno del Distrito Federal, tras quince años interrumpidos de servicio público, sin saber los motivos de mi salida. Nunca supe, si fue por los artículos que escribí en mi blog en contra del Jefe Delegacional en Cuauhtemoc Alejando Fernandez y en el cual, un diputado zacatecano de apellido "López", solicitara audiencia con el entonces Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Jesús Rodríguez Almeira, para pedirle, que "me calmara", o bien, tampoco supe, si fue, por haber expulsado de dicha dependencia, a un Sindicato de Trabajadores lidereado por un tal Ruben Tovar e integrado por nefastos trabajadores que constantemente me amenazaban con "romperme la madre" y que se encontraban respaldados y financiados por el líder priísta Cuauhtémoc Gutierrez de la Torre, o fuera por instrucciones, precisamente del propio Secretario, o bien, por haber escrito, más y mas artículos en mi blog, el ultimo de ellos, relacionado con la imposición del Hoy No Circula sabatino, que erróneamente propusiera el Jefe de Gobierno.
No lo sé. Pero mi salida del Gobierno del Distrito Federal, fue una experiencia de convicción y ética. Que asumo con orgullo.
Mi
salida pues, de la Administración Pública del Gobierno del Distrito Federal,
coincidió precisamente con la recién fundación de un partido político nacional,
denominado “Partido Humanista”, organización política de ciudadanos, que junto
con los partidos “Encuentro Social” y “Morena”, habían adquirido el
reconocimiento y por consiguiente, el registró por el Instituto Nacional
Electoral, con el legítimo derecho de presentar candidatos a puestos de
elección popular, en el ámbito federal, estatal y municipal.
La
invitación la recibí de una persona, quien en mis años de juventud, sabía que
había sido candidato a diputado federal por el PRD y después, fuera electo,
Presidente de Colonia y luego, Consejero Ciudadano. Ignacio Pînacho Ramírez. Invitación
que recibí además por face book a una cena, la cual, por cuestiones personales
de agenda y también, de “hambre” (de curiosidad), decidí aceptar.
Nunca
pensé, las consecuencia de aquella cene, celebrada en un Hotel ubicado en
Insurgentes casi esquina con Eje 1 Norte.
Aquella
noche, conocí a dos de los principales líderes fundadores del partido, que no tenía
el gusto de haber conocido antes, sus nombres no sonaban en los medios de
comunicación, prensa, radio, televisión; eran Javier López Macías e Ignacio
Irys Salomón.
Aquella
cena, tuve oportunidad de platicar con mi “amigo de las redes sociales”, Ignacio
Pinacho, además de tener el gusto de conocerlo personalmente, me exponía el
gran reto que se avecinaba, “hacer partido”; había que escoger candidatos a
diputados federales en los 300 distritos federales, así como cientos más a
diputados locales y presidentes municipales, sin pasar por alto a miles más de
regidores.
La
cena termino, todo era felicidad, el INE había reconocido la existencia de un
nuevo partido político y en palabras de su fundador, Ignacio Irys, aquella vez
dijo, que se celebraría una conferencia de prensa al día siguiente, para
desmentir que el expresidente Felipe Calderón, estaba detrás del proyecto del Partido
Humanista; además de anunciar en los medios, el surgimiento de un nuevo partido
político, que tendría las miras, de conquistar el poder.
Aquella
noche regrese a mi casa, ilusionado del gran reto de construir un nuevo
partido político, una ventana de oportunidades para muchos ciudadanos, deseosos
de participar en la política, que no nos sentíamos identificados, en ninguno de
los partidos tradicionales. Trabajar para hacer partido, no estaba nada mal el
concepto.
2
Después de ese encuentro, se llevó a cabo otra reunión nacional, en el Hotel Lepanto, ubicado este en Eje 1 Poniente, de mi querida y bien preponderada Colonia Guerrero; dada la cercanía del lugar a la de mi domicilio, fue que me anime ir, para presenciar algo, que mi poco activismo político partidista, entendía.
En
aquel salón de cientos de personas reunidas, se encontraban presentes varios
liderazgos de la República Mexicana, personas que cuando hacían uso de la
palabra, enarbolaban más su “expresión política” denominada “CODUC”, que el
Partido Humanista. En verdad que no entendía, supe en ese momento, después de
escuchar, horas y horas de debates, que el Partido Político estaba construido
alrededor de tres “corrientes políticas”, eran UNIMOSS, CODUC y MRD.
Era
curioso ese evento, porque en el mismo no había asistido Javier López Macías,
pero si en cambio se encontraban personas, a las que yo tenía el gusto de
conocerlos por redes sociales. Estaba el maestro Eduardo Bueno, un brillante
académico de la Universidad Iberoamericana, de nacionalidad peruana, cuyas
opiniones en las redes sociales, además de ser ilustrativas y críticas,
resumían muy bien, el pensamiento crítico de la teoría política en América
Latina. También encontré en esa reunión, a Alberto Carrillo, cuya participación
en el evento, fue la de dar a conocer una estrategia electoral que le
permitiera al partido, superar el umbral del 3% de los votos. Voces y más voces
participaron en dicho evento, se encontraba también, la exdiputada y exdelegada
en Cuauhtémoc, Virginia Jaramillo, acompañada de la líder Gloria Hazel, mujer
transexual de la comunidad LGBTTT; también el ex polémico diputado “Pancho
Cachondo” y dentro de esa “masa” de activistas, su servidor, como si fuera un
“ente anónimo”, un fiel observador, que no quería perder detalle, de todo lo
que viera, escuchara, infiriera; como si algún día, tarde o temprano lo tuviera
que escribir.
Dentro
de la pasión de la discusión política, se hablaba de la “Unidad del grupo”,
Ignacio Irys Salomón hacía uso de la palabra y en un ambiente de camaradería y
unidad, el aforo callaba a su voz y liderazgo; su estilo de hablar, pragmática,
sabia, coloquial y una voz enérgica que inspiraba mando; la asamblea callaba al
escucharlo, era sin duda alguna, el líder de toda esa organización que hasta
ese momento, sabía que se llamaba “Coduc”.
¿Qué
dijo Ignacio Irys, aquella vez?, dijo que habría que ser “solo uno” para no
generar confusiones en los siguientes eventos, para que cuando uno fuera a las
asambleas y a visitar los distintos comités y juntas de los demás compañeros
del partido, “no se hicieran distinciones”, en que si uno era de un grupo o de
otro, “si uno era de UNIMOSS, o de MRD o de CODUC”; y fue por eso, que luego de
recibir propuestas de nombres, se llegó al acuerdo, que la expresión política, cambiaría
de nombre de “CODUC” a “SINERGIA SOCIAL”, porque todos los ahí presentes, éramos eso, "SINERGIA".
La
verdad, es que la propuesta tenía buenas intenciones, era pedir que UNIMOS y
MRD se aliaran a CODUC, para conformar una sola expresión llamada SINERGIA; pero
no fue así, CODUC, siguió siendo CODUC, únicamente cambiaba el nombre a
SINERGIA SOCIAL, pero la división tripartita de “tribus” continuaría.
Varias
personas hicieron el uso de la palabra en aquella reunión y se escucharon
diversas propuestas en cada una de sus intervenciones, desde propuestas
absurdas como decir que se reformaran las leyes civiles para que las pruebas de
paternidad en materia genética fueran gratuitas, hasta expresiones técnicas, de
cómo debía de enfocarse la estrategia electoral o bien, el markenting político.
Recuerdo que aquella vez se dio a conocer el primer spot del Partido Humanista,
en el que hablaba de unos jóvenes que decía que él comercial, “se había hecho a
través de un teléfono celular”; las criticas
favor y en contra de dicho spot, no se hicieron esperar, al mismo tiempo
que Benjamín Morgado, hiciera una ponencia respecto al uso de las redes
sociales.
Como
podía sumarme a la política, sino era más que con mis ideas, con mis
conocimientos técnicos jurídicos, con el ánimo, de que el país, se construyeran
nuevas opciones políticas que hicieran posible, dignificar la política.
La manera
en que podía contribuir a ese partido político de nueva creación, era crear un
batallón de abogados electorales. La idea no era descabellada. Convocar por
redes sociales a los estudiantes y egresados de Derecho, para crear el Cuerpo
Jurídico Electoral en defensa del voto y de los candidatos del Partido
Humanista. Se trataba pues de que dicho grupo, llamara también a gente joven,
fresca, pero sobre todo profesionista, a participar en la vida política del
país.
La
idea la trabaje, no me dejo en paz, tenía que hacerlo, porque la necesidad y
mis convicciones políticas y académicas, así me lo exigían.
3
Motivado
por el “animal político” que llevo adentro, con ánimo de sumarme al Partido
Humanista para aportarle a dicho Instituto, algo de lo que pudiera darle, fue
que tome finalmente la decisión de convocar a un curso de derecho electoral, en
el que participarían mis amigos Vicente Díaz, amigo y exsecretario General del
otrora partido Político “PARM” y Francisco Álvarez, quien había sido mi
subdirector, cuando fui Director de Área en el GDF; el curso se llevaría
originalmente en las instalaciones del STUNAM, pero por falta de logística y
organización, el mismo no pudo llevarse a cabo. Contacte con Luciano Jimeno, quien
me lo habían presentado en la reunión del Hotel Lepanto, como un líder social
que prometía levantar votos “fácilmente” en Iztapalapa; le llame para pedirle
también su apoyo en la búsqueda de algún espacio, pero tampoco me aseguro algo,
no había pues lugar donde se llevara cabo dicho curso. Desanimado por no tener
espacio, ni local, en donde llevar a cabo el curso de Derecho Electoral, fue que
suspendí el curso, cuando ya tenía asegurado la asistencia de 50 asistentes,
pero en ese momento en que tome esa decisión, aparecería Miguel Alberto García
García, otro “amigo de las redes sociales” quien me contacto para ofrecerme un
espacio amplio y céntrico. El curso pues, se llevó a cabo como fue planeado en
los siguientes sábados, lo impartimos, en un salón religioso cristiano, ubicado
en una plaza comercial del Centro Histórico, plaza que además de vender
artículos sexuales, (Sex Shop), tenía la característica de ser administrada,
por una de las líderes sociales más influyentes de la Ciudad de México, entonces
Diputada, Alejandra Barrios Richard.
Miguel
Alberto García García había sido dos veces candidato a diputado federal, primero por
el PAN, después por Nueva Alianza, lo conocí también en redes sociales, por su
activismo critico contra el Jefe Delegacional en Cuauhtémoc Alejandro
Fernández; su gestión de facilitarme un espacio, ayudo a que pudiera conformar
un grupo de abogados electorales. Había
pues, armado un pequeño comando especializado, para la guerra electoral que se
avecinaba.
Miguel
me convocó a una reunión en UNIMOSS, “la otra organización”, fue en ese lugar
donde conocí a Rocío Bedoya, la esposa de Javier López Macías; recuerdo su buen trato y la cortesía de la
anfitriona, además de la agenda que ella había marcado para conformar partido. Rocío
hablaba del "otro grupo", como acostumbrado éste a la destrucción, a tener una agenda
política que atentaba contra la familia, pero que además, hacían propuestas que ya estaban legisladas; haciendo alusión a las bodas "gey"; dijo claramente, que nadie se sintiera desilusionado, porque las fallas no eran
de los partidos, sino de las personas; que nadie se hiciera falsas expectativas
de que éramos diferentes, porque el problema, no era del grupo, sino de las
expectativas de las personas y mas de aquellos que estaban acostumbrados de
brincar de un partido a otro.
Lo dicho por Rocío, se me hizo cierto, asertivo,
aunque también pude inferir, que dentro de la organización del Partido
Humanista, existía divisiones. Miguel, me dijo que estaba muy comprometido con
el grupo de Rocío y me aseguro, que aunque no lo decían, el Partido Humanista
sería una versión del Morena del PAN, pues como avanzara la campaña electoral, jalaría
parte del voto duro, del partido blanquiazul. (Esto nunca ocurrió).
Miguel,
haciéndome gallardía de su cercanía con el Consejo Político del Partido
Humanista, me dijo que me había concertado una cita con Rocío, la cual, se
llevaría a cabo al día siguiente y así fue, no supe si realmente lo de la cita
era en serio, pero lo que si fue verdad, es que le entregue a Rocío Bedoya mi
curriculum vitae para poder ser responsable del área de transparencia en dicho
partido. (Nunca lo fui).
Aquella
vez que habla con Rocío Bedoya, me acompaño mi exalumno Javier Calva, quien
también, contaba con una amplia experiencia de haber participado como representante general,
de distrito y hasta en las diligencias del conteo de votos en el Tribunal
Electoral, a favor del PRD, tenía unas ganas intensas de participar en el
Partido Humanista.
Rocío
nos atendió bien, nos platicó de su juventud panista y de lo devaluado que se
siente uno al salir de la Universidad, para aceptar salarios de miseria. Rocío,
hablo de su maestro, Abel Vicencio Tovar y de su admiración y devoción a los derechos
humanos, lo que lo había orillado a llevar estudios de Posgrado en el
extranjero. Contenta ella de la incorporación de nuevos liderazgos al Partido
Humanista recibió los curriculums y prometió que nos llamaría. ¡Jamás lo hizo¡.
Sin embargo, me pidió a Rocío que me pusiera de acuerdo con Santiago y
Eleonora, esta ultima, Secretaria de Asuntos Jurídicos, quienes eran los abogados del Partido Humanista y tenían la misión de revisar los
Estatutos y elaborar los Reglamentos, fue que gustosamente acepte la encomienda, pero la verdad, es que
tampoco ellos me llamaron.
Hubo
una tarde que fui a las oficinas de UNIMOSS a buscar a Santiago y Eleonora para
revisar y hacer las modificaciones de los Estatutos; aquella tarde no los encontré,
me regrese a mi casa, pensando que no había ninguna seriedad en la construcción
del Partido. Dos grupos al parecer, notoriamente antagónicos y que coincidían precisamente, en su desorganización.
4
El curso que impartí en el salón cristiano ubicado en una Plaza Comercial del Centro Histórico, fue todo un éxito. Nos reunimos en él, desde curiosos, hasta candidatos a puestos de elección popular, de distintos partidos políticos.
En el participamos Vicente Díaz López, quien solo asistió a la primera clase, para darnos una clase de "mapacherias electorales", José Alfredo Alvaez y Gustavo Calderón, servidores públicos del Instituto Electoral del Distrito Federal, la maestra Vivian Maldonado, servidora publica de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales, Jesus Salgado especialista en Derecho Parlamentario, Carlos Ledezma, apoderado del Gobierno del Distrito Federal, Dante Valle servidor público del Tribunal Electoral, María de los Angeles Vazquez, candidata a diputada por el PRD por el Distrito XXIX de Naucalpan, Juan Emeterio exprecandidato del PRD por Iztapalapa y delegado de MORENA, Alexies Ramírez, coordinador electoral del PRI en elecciones el Estado de México, José Sanchez Abogado de la Unidad Técnica de Asuntos Jurídicos, Diana Cerón Representante General del PRD y otros más, entre ellos, mi amigo Rogelio López Pérez, excelente abogado litigante.
Abordamos varios temas electorales, desde nociones de derecho electoral, hasta "mapacheria electoral", estudiamos las candidaturas independientes y hasta los requisitos que pedían los Estatutos de todos los partidos políticos, para ser candidato a un puesto de elección popular.
Lo que mas me dolió de toda esa capacitación, es que en ningún momento, acudió a la misma, algún dirigente o líder del Partido Humanista. Ni siquiera Ignaciano Pinacho a quien le mandaba constantes invitaciones, para que se dignara asistir. Asistencia que nunca cumplió, ni aun, su promesa de que llevaría a dicho lugar, a Javier López Celis, a quien tampoco conocía y que prometía llevar a la misma.
Cosa curiosa, no asistieron por compromisos políticos. Estaba formando un grupo político y no aprovecharon el que se estaba conformando.
En fin, quien aprovecho la capacitación electoral, fueron las hijas de la diputada Alejandra Barrios quien para esos días, participaban en el proceso electoral interno para la conformación de consejeros del PRD. Elección que organizaba el INE y en el cual, las planillas de las hijas de Alejandra Barrios, competirían, con las del IDN. (lidereadas por el famosisimo líder perredista Rene Bejarano).
La invitación a participar en dicha elección, fue de Miguel Garcia, me pidió el apoyo técnico para capacitar a los representantes de la planilla "Nueva Izquierda Bloque Progresista 100", invitación que acepte con gusto, de manera técnica y profesional.
Me hubiera gustado, que el Partido Humanista hubiera solicitado, representantes de todos los Consejos Distritales, o abogados electorales capacitadores. Jamás lo hizo. ¡Fuimos ignorados¡.
Otro partido que aprovecho la formación de cuadros, fue el Partido Encuentro Social. Ahí logro colocarse con su joven experiencia, Javier Calva y sus amigos. Encuentro Social a la larga, tendría mejores resultados y Javier Calva, la oportunidad de ejercer un liderazgo político, que lamentablemente, el Partido Humanista desaprovecho.
5
Después
fui convocado nuevamente a otra reunión, esta sería en las oficinas de “CODUC”,
esa reunión, fue más de carácter personalizada. Sabía muy bien, que un partido
político requería de una estructura burocrática profesional y dada mi experiencia
en las oficinas de información pública y de las nuevas obligaciones de los
partidos políticos en materia de transparencia, pensé que era muy buena
oportunidad, para ofrecer mis servicios profesionales en dicha área pero a
dicho grupo. Fue esa la razón de que en
menos de dos semanas, había entregado el currículo vitae a dos personajes
públicos del partido, días antes lo había hecho antes con Rocío Bedoya en las
oficinas de UNIMOSSS y ahora lo haría con Ignacio Pinacho.
En aquella ocasión, conocí a Josefina Quintana y a Benjamín Morgado, pero no cruce mayores palabras, que los buenos días o las buenas tardes. Eramos unos totales desconocidos que a la larga, iríamos trabajando para la misma causa.
Aquella vez acudí a esa reunión a la 1 de la tarde y por una grata asistencia,
salí a las 10 de la noche. ¿Qué hice en tantas horas?. Pues estar sentado en
una mesa rectangular, soportando el humo de los cigarrillos, escuchando horas y horas, a muchas personas, cuyos
nombres y funciones no conocía aun, pero que estaban ahí reunidos, con la idea
de “hacer partido.”
Se hablaba mucho, en donde estaban las actas, que quien las tenía, que no era
posible que no se tuviera concentrada la documentación, eso lo decía Lucero Márquez,
cuyas intervenciones en la reunión, me reflejaban una preocupación, en la
organización de los documentos, lo que podía llevar a que el INE no otorgara el
registro del partido; veía a Diana Montiel, siempre muy respetuosa conmigo,
moviéndose de un lugar a otra y con el carácter de responsable del área
electoral, sin decir absolutamente nada; observaba como debatían Alberto Carrillo
e Ignacio Pinacho, sobre el tipo de “partido” que debía ser el Humanista, Carrillo
decía que no podía ser “Partido frente” y Pinacho refutaba, que si debía ser un
“Partido frente”; después discutían si se debían o no, reformar los Estatutos.
Escuche a un señor, que después supe se llamaba Abel Fernández, cuya
inteligencia en el discurso político, mostraba un pensamiento apasionado de
izquierda radical; y quien acusaba al grupo de haber permitido en el grupo la
modificación de los Estatutos y de permitir que en los mismos, se asentara la
expresión “raza”, frase por demás despectiva del género humano; Ignacio Pinacho hizo lo mismo, hablaban de la introducción de
grupos de “ultraderecha”, de “moral hipócritamente católica” y otros
calificativos más, que mostraban una cara de intolerancia y de exclusión, de
racismo sin duda alguna. Escuche reproches a Pinacho, para que ya no escribiera en las redes
sociales y que mejor se callara; después llegaron las carnitas, unas coca colas y el gusto de echar
taco placero, discutiendo una y otra vez, los mismos puntos que ya se habían
discutido antes.
Curiosa
esa reunión, porque siendo un intruso a ella, no recibí jamás un trato de
“extraño”, “ajeno”, don Ignacio Irys Salomón, me dio un trato de persona
conocida y desde un principio, depósito en mí, una confianza, sin que hubiera
existido antes, una prueba de lealtad o una ceremonia de ingreso o algo así
parecido.
En
esa discusión conocí también a Conrado, cuando su intervención fue clara y que
me ayudo a entender el significado del conflicto. “Lo que pasa es que Ignacio Irys Salomón se casó con una esposa, que es
Javier López Macías; y entonces, fue un matrimonio por conveniencia, porque
ambos querían partido político y ahora ambos, andan en pleitos conyugales”.
¡Eso era todo¡. Matrimonio por conveniencia para formar un partido político, lo que algunos llamaban, la "Izquierda" y la "Derecha". Y mientras tanto, Eduardo Bueno,
preocupado por la capacitación electoral y la formación de cuadros, pero atado
de manos, porque si bien, Rocío Bedoya y
los de UNIMOSS le daba un buen trato, decía, que le “daba largas y largas” y a que a la mera hora, iba ser otra área,
la encargada de la capacitación, lo que provocaban risas entre los concurrentes,
dando entender, que Eduardo Bueno, había sido “chamaqueado”.
Lo cierto es que el Partido había inflado su burocracia partidista, pues había creado una Secretaria de Investigaciones y Capacitación, pero también, se tenía una Escuela de Cuadros y esto se debía, a que cada "expresión política", querían apoderarse de la capacitación política, pero para que no cayera en controversia, fue que esta tarea, se "partió·" en dos; por una parte se creó la Secretaria, para que la tuviera y la administrara UNIMOSS y por la otra, la Escuela de Cuadros en control de CODUC, pero la verdad de las cosas, es que al parecer, nunca trabajaron juntos, ni tampoco hicieron nada sobresaliente. Mas que una una "capacitación intensiva nacional" en un Hotel de la Ciudad, que lamentablemente, nunca más se repitió. No se diga, jamas vi una publicación trimestral y semestral del Partido, que ordenaba la Ley; nada, absolutamente nada.
También
participo en la reunión Luciano Jimeno y otros personajes, cuyos nombres luego
identificaría después, pero que insistían que había que construir partido;
Ignacio Irys Salomón decía también lo mismo y que para ello había que armar
representaciones electorales en los 300 distritos, en el mismo sentido
coincidía Carrillo y hablaba este, del perfil que debían esos representantes.
Esas cuestiones técnicas, eran las que a mí me interesaban, pero que parecían
que a nadie les importaban, porque lo que escuchaba en esa reunión, eran más
quejas y lamentaciones, que un plan de acción por realizar, un plan que
estableciera, metas, objetivos, indicadores; me di cuenta entonces, que el
Partido Humanista deliberaba mucho y no hacia absolutamente nada. Más de diez horas sentado en la mesa,
escuchando lo mismo una y otra vez, sin que haya existido un punto que acordar.
Cuando
me toco romper el silencio, dije lo que tenía que decir. “Que los partidos políticos eran entidades de interés público, más
que clubs privados y que estos, no solamente debían de estar abiertos a la
sociedad, sino ser transparentes, además de rendir cuentas”. Y entonces les
dije cuestionándolos: ¿qué pasaría si
como ciudadano común y corriente, hago una solicitud de información pública,
pidiéndoles, no solamente sus actas constitutivas, que dicen que no las tienen
completas, sino también, sus estados financieros?, ¡entonces que harían¡.
Les dije otras cosas más, por ejemplo manifesté, que el calificativo de
“humanistas”, era acertado, pues teníamos “partido marca”, pero eso conllevaba
a la responsabilidad de no caer en el error del Partido Ecologista, es decir,
que se trataba de un partido político sin ecologistas; y entonces, pregunte, si
ese no podría ser el riesgo del Partido Humanista, convertidos en un partido "sin humanistas". Lo más cómico de mi
intervención, fue el debut y despedida, pensé que era la única y última vez que
intervendría en dicha organización, por eso les dije, que me valía un comino si
me expulsaran por lo que les había dicho, porque ni afiliado estaba; a lo que
la concurrencia no hizo otra cosa que carcajearse.
Al
terminar mi participación, respondieron los que se sintieron aludidos. Ignacio
Pineda respondió que ya habían ganado juicios electorales y que por ende,
estaban preparados para cualquier impugnación; por otra parte, Araceli dijo que los estados
financieros estaban bien y podían ser los mismos solicitados en cualquier
momento y por cualquier ciudadano, fuera o no afiliado del Partido.
Al
terminar la reunión, Raymundo y Conrado me felicitaron; no sabían quienes eran, me dijo el primero, que
había escogido el grupo correcto. Ignacio Irys Salomón fraternalmente me dio la
bienvenida y me extendió, sin conocerme todavía, su confianza, al nuevo
proyecto que se estaba construyendo.
Iniciaba
así mi carrera política.
La
siguiente reunión se llevaría a cabo, en la “Sede de UNIMOSSS”, ahí estaban
frente a frente, Javier López Macías e Ignacio Irys Salomón; entre el público
asistente, me encontraba yo, nada más observando. También habían llegado al
lugar, Ricardo Espinoza, el tercer líder de mayor importancia en el partido
político. Fue en ese momento, cuando conocí a los tres líderes del Partido
Humanista, representando cada uno de ellos, su respectiva expresión.
“Dimes”
y “diretes”, pero sin perder jamás los modos y la cortesía de dichas corrientes;
salvo, Gustavo Abel, cuyos comentarios eran críticamente y coloquialmente severos.
El más contundente de ellos, decir, que no éramos un “nuevo PAN”.
Aquella
reunión, se revisaron las modificaciones a los Estatutos, los cuales ya tenía
el gusto de observarlos y haberles encontrado, una serie de errores en su
arquitectura normativa. La lógica de los Estatutos de los Partidos Políticos,
era la existencia de un autogobierno presidencialista, pero aquí no existía
eso, pues los Estatutos describían a un partido de carácter “parlamentario”,
donde se abusaba mucho, del asambleísmo en distintos niveles y en cargos
partidistas; y en donde se privilegiaba el “consenso” por encima de las
decisiones unilaterales. Por ejemplo, observaba
en los Estatutos que la Presidencia se depositaba en un órgano colegiado
llamada “Junta Nacional de Gobierno” y algunas secretarias, estaban conformados
por órganos tripartitas, por ejemplo, la Secretaria de Finanzas, se encontraba
depositado en un órgano llamado Comisión Nacional de Finanzas y
Patrimonio”.
La
lógica política era, que el partido era un órgano colegiado porque existían
tres corrientes políticas que la conformaban, (CODUC-UNIMOSS-MDR) y que debían
de hacerse presentes en todas las instancias y cargos partidistas, pero la
lógica jurídica, no establecía ni siquiera la posibilidad, de que en el partido
existieran corrientes o grupos de opinión. Así pues, algo andaba mal en los
Estatutos que estaban por aprobarse. Estos no reflejaban, lo que aún no
terminaba de discutirse, el tipo de partido que se quería construir.
Lo único
que había escuchado y leído en la prensa de aquellos días, era que el Partido
Humanista, no era de izquierda, ni de Derecha; pero tampoco, parecía un partido
Humanista. No era de la ideología del filósofo Silo, quien con sus ideas, creó
en España y América latina, partidos también denominados “Humanistas”. En el
caso del Partido Humanista mexicano, no había nada de humanismo y eso me
preocupaba. Se confirmaba una de mis hipótesis iniciales. El partido Humanista,
no había humanistas.
En
aquella reunión, Javier López Macías anunció la celebración de un contrato con
una empresa de mercadotecnia política, que ya tenía experiencia en elecciones
en España, descartando la otra empresa española que le había hecho la campaña a
Cordero por la presidencia del PAN y también a la empresa de Alazraki esta última
porque cobraba muy caro y porque de plano, el señor los había tratado mal.
"Nos
dijo que tenía que pedirle permiso el PRI y que una vez que se lo dieran, haría
una campaña, para demostrar que de los tres partidos chiquitos, el único que
era bueno, era el Humanista. No prometió nada más". Javier López Macías, manifestó
que el trato recibido por Alazraki había sido muy despectivo y que por lo tanto,
había escogido que la empresa encargada de la mercadotecnia, era la
española, de Serraldi y asociados, pues ellos elaborarían un manual de publicidad, de como se debían
comportar los candidatos, inclusive dijo que la empresa se comprometía a tener
asesores de tiempo completo en las oficinas del partido y con los candidatos,
para que ellos, asesoraran la elaboración de los discursos y la imagen del
partido y la de sus candidatos.
Gustavo
Abel cuestionó la intromisión de una empresa en un partido político. Dando entender,
que un partido político, no podía ser títere de la mercadotecnia política, ni
de asesores extranjeros, que además de llevarse el dinero, no conocían la idiosincrasia
del mexicano. Que para eso existía la
Junta nacional de Gobierno, órgano de máxima dirección colegiada, encargada de marcar
las directrices del partido. Sin embargo, Javier refutó el cuestionamiento de una manera educada, asegurando que esta empresa, a través del marketing político, aseguraría el
mínimo de votos que se requerirían para asegurar el registro, objetivo que se
tenía que conseguir. Ignacio Irys, solicito se buscaran más empresas y se
informara la decisión adoptada, pero insistió que fuera la consultoría de
Alazraki, quien se encargara de la propaganda política.
Gustavo
Abel, insistió que había que ganar las calles, las plazas, a la gente, no darle
dinero a empresas extranjeras, con spots de radio y televisión. En pocas palabras una visión nacionalista. Invertir en talento mexicano, no español.
En
ese momento pensé que la discusión había abordado un punto fundamental de la
lucha política electoral. Las llamadas campañas de “tierra” y las campañas de “aire”.
El grupo de SINERGIA apostaba por la campaña electoral de “tierra”, consistente
en tocar puertas, recorrer calles, realizar asambleas en parques, plazas, en
pocas palabras, buscar a la gente; en cambio UNIMOSS apostó por la campaña “aérea”,
el spot de radio y televisión, así como el empleo de la psicología social masiva, para
darle al partido, esencia de marca publicitaria, que permitiera a la larga,
colocarse en un mercado de electores.
Recuerdo que inclusive, otro publicista español garantizó que el Partido conservaría su registro, si enfocaba su imagen publica, a ser, el "nuevo PAN", una estrategia mercadológica que buscaría restarle votos al PAN, lo que implicaba también, hacer varios cambios de imagen.
Recuerdo que inclusive, otro publicista español garantizó que el Partido conservaría su registro, si enfocaba su imagen publica, a ser, el "nuevo PAN", una estrategia mercadológica que buscaría restarle votos al PAN, lo que implicaba también, hacer varios cambios de imagen.
Emocionalmente,
la idea de Irys era más de carácter popular, más de índole social, mas política;
en efecto, había que buscar a la gente para difundir al Partido Humanista y
buscar desde luego liderazgos; pero la campaña de Javier, se me había más
realista y racional en sociedades urbanas, cansados de la "partidocracia" y a
quienes habían que convencer de porque votar por algo diferente. La psicología social,
el marketing político, era la clave de todo; la empresa española ofrecía un
buen paquete de medios y Javier reconoció que cobraría caro, me parece que algo
así como 12 millones de pesos, pero que bien valía la pena contratarla.
El
tema pareció que se había evadido y que no quisieron debatirlo Irys Salomón y López Macías;
hasta donde me quede en esa reunión, el
acuerdo fue, contratar a la empresa española.
Pero
parece que no fue así.
7
Recibí
un mensaje por celular, para decirme que me presentara a las oficinas del IEEM
en Toluca, Estado de México. La persona que me había mandado el mensaje era Berenice
Coxtinica, no sabía quién era, pero acudiría a la cita.
No sabía
para empezar como llegar a Toluca, así que ese día, aprendí hacerlo y como
llegar a las oficinas del IEEM.
Al
llegar a dicho lugar, encontré con un grupo de personas que no conocía, ni
nunca antes los había visto; me acerque ellos y se presentaron, uno de esas
personas era Isidro Heriberto Coxtinica Reyes quien platicaba, sobre sus anteriores
chambas y de las “clases de ballet” que daba antes a sus anteriores jefes. No entendí el chiste, ni
las anécdotas, pero si veía en Coxtinica una persona feliz, por haber llegado a
un puesto de vital importancia en su carrera política.
Aquella
vez conocí también Alma Becerril, a Gabriela y otras personas que no conocía. Entramos
al IEEM y de ahí a las oficinas del Director de Partidos Políticos, que luego
de una corta espera, nos pidió que lo acompañáramos.
El
motivo de la reunión era que el IEEM nos daría nuestro espacio o mejor dicho,
nuestras oficinas. Para ello, nos iba a dotar de escritorios, computadoras y
hasta de 200 códigos electorales para que repartiéramos a nuestra militancia.
El
funcionario del IEEM le pidió a Isidro Coxtinica su credencial de elector y
también, copia de la credencial del Representante suplente. Coxtinica se volteo
y me miro, para decirme, que yo era el Representante Suplente del Partido.
Una
sorpresa la que me lleve en ese día. No pensé que había sido designado como
Representante Suplente del Partido Humanista en el Consejo General del
Instituto Electoral del Estado de México. Nadie me lo propuso, ni tampoco lo pedí. Pero la designación estaba hecha, inclusive, un oficio de Javier López Macias así lo establecía.
Aquella
tarde, fuimos a la Marquesa a comer huaraches. Isidro Coxtinica nos había
invitado para celebrar tan importante evento. A la reunión llegaría Benjamín Morgado y
Josefina Quintana, esta última, funcionaria de la Comisión de Vinculación, no sabía
que era ese cargo, pero me sonaba algo así, como nuestro vínculo con el Partido Nacional,
también acudió a la cita, Francisco Nava Manríquez, a quien note siempre observador y reservado.
No
había comido antes el “chorizo verde”, también aprendí en esa comida, que beber
cerveza era lo más sano y natural que consumir refrescos de Cola. Aprendí a ver como
una mujer como Josefina Quintana tenía la experiencia en beber cerveza de la
manera más rápida y natural. Aprendí que andaba “infiltrado” en un círculo, con personas
que participaban en política y que tenían ahora la importante misión, de sacar
adelante el proyecto del Partido Humanista en el Estado de México.
En
la plática, salió a relucir nuestro pasado laboral. Isidro Coxtinica Reyes
tenía en su hoja de vida, la experiencia de haber estudiado Trabajo Social en
la UNAM y haber hecho su servicio social en la Selva de Chiapas, en las
regiones controladas por el Ejercito Zapatista, lugar donde no lo dejaban ir,
porque los zapatistas se lo confundían por médico. También dijo haber sido
Líder Coordinador de Proyectos en el Instituto Electoral del Distrito Federal,
experto en bases de datos Excel, así como en “campo territorial”. Se decía que era un
operador político que había logrado, vencer a Joel Ortega y también a Víctor
Hugo Lobo, en la Delegación Gustavo Madero, derrotándolos en elecciones internas. También había trabajado para una precandidata del PRD que por azares
del destino, la hizo diputada y para suerte suya, había sido mal pagado y
olvidado por ésta. Haber llegado al IEEM, era su mejor reconocimiento a su
habilidad y experiencia en la contienda electoral, un premio a su esfuerzo y
conocimiento. No le fallaría al Profesor Celis.
Francisco
Nava Manríquez se identificó también haciendo alarde de su experiencia política
y electoral. Había sido Jefe de Capacitación del Instituto Electoral del
Distrito Federal, donde ya había conocido a Isidro Coxtinica, cuando este era un "chalán"; también fue asesor
en la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa del Distrito
Federal, asesor del diputado David Razu Aznar,
Representante del viejo Partido Social Demócrata en el Consejo General del Instituto
Electoral del Distrito Federal, además de estudiar Administración.
Josefina
Quintana se presentó como egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y
fundadora del Partido. Había contribuido en la formación del Partido en varias
entidades de la república Mexicana.
Benjamín
Morgado, se dijo comunicólogo y apasionado de las redes sociales. Ideológicamente
se reconoció como una persona formada en las filas del PAN, con tendencias a
las ideas llamadas de “Derecha”, pero que había cambiado de opinión, cuando
conoció la vocación social, de los políticos de “izquierda”. Había trabajado
pues, para los dos fundadores y principales lideres del Partido Humanista. Javier López Macías
e Ignacio Irys Salomón.
Alma Becerril se dijo egresada de la cerrar de Derecho, con el defecto de no cobrar jamás por
ningún asunto y también, dijo ser fundadora del proceso constitutivo de la
creación del Partido, persona de confianza del tal profesor Celis. por otra parte, Berenice Coxtinica, se dijo egresada de la Universidad de la Ciudad de México,
con estudios en Administración Publica y participación política en asociaciones
estudiantiles de la Universidad. Había otra persona más, llamada Gabriela,
que por cierto no dijo nada. Su escolaridad, era notoriamente inferior y su experiencia laboral, se reducía en haber sido vendedora de comida y persona de confianza, de Isidro Coxtinica, confianza que parecía, iba más allá de lo personal.
Cuando
me toco presentarme, sentí de mal gusto que Francisco Nava me cuestionara sobre
mis conocimientos en materia de Derechos Humanos, como si no fuera abogado a conocedor
del tema. Pero si bien me molesto al principio, luego me dio risa al darme cuenta de su inferioridad y soberbia
intelectual, aun y con todo eso, había encontrado en el
grupo, una persona con quien entretenerme y tener conversaciones inteligentes. Profesional, que aprendería bastante de él y que a la larga podía formar, una solida amistad.
Francisco Nava dijo
también que había participado en el proceso electoral de Guerrero y por lo que
decía, tenía una trayectoria de vida que lo había hecho merecedor de las responsabilidades
que ahora tendría.
Isidro
Coxtinica sería el representante en el IEEM, Francisco Nava lo seria en el INE
y yo, el representante suplente que me comportaría durante todo el proceso,
como el fiel observador.
Aquella
tarde noche me regrese a la Ciudad de México con Alma Becerril; compañera que me leía en
mi blog y que era también mi “amiga en redes sociales”, quien me reprochaba no
haberle contestado sus mensajes. Apenado por ello, me disculpe y le hice
platica en todo el trayecto. Yo llegaría a mi destino a la Ciudad de México,
pero ella todavía iría más lejos, era ciudadana de Tepotzotlán. Algo me dejo Alma, una lealtad al profesor Celis, inquebrantable.
Llegaba
a mi casa y no me caía “el veinte”, de que era Representante en el Consejo
General del Instituto Electoral del Estado de México. En una entidad, que por cierto, era importante desde un enfoque de estrategia electoral y demasiado conflictiva.
Había
encontrado trabajo, el derecho a percibir una dieta y la oportunidad de ver de
cerca, la vida interna de un partido político. Podría responderme varias
preguntas: ¿Cómo se elegirían candidatos?, ¿Cómo se llevarían a cabo las
asambleas?, ¿Cómo serían los debates y cabildeos con los representantes de los
otros partidos políticos?.
Debía
tomar nota de todo lo que viera, escuchara, discutiera, lo tendría que
escribir, me lo prometí a mí mismo. La gente tiene que saber la verdad, de cómo
funcionan los partidos políticos.
Mi principal
hipótesis de mi investigación, es que los partidos políticos lo conformaban una
bola de vividores, zánganos, improductivos, ladrones, vividores el sistema,
gente lacra, ponzoñosa, que le hacía daño al país.
Con ese
tipo de gentuza, estaba sentado en una mesa de una fonda de la Marquesa…. ¡Hablando
de Política¡.
Debíamos
de construir partido. Debíamos superar el 3% de los votos para conservar
registro. Isidro Coxtinica aseguro que así lo haría y juntos celebramos esa promesa, todos ellos levantaron su botella de cerveza y yo. …., mi botella de Coca-Cola bien fría.