CIUDADES ECOLOGICAS CON POLITICOS LOCOS ...

BOGOTA COLOMBIA


¿Qué podríamos enseñarnos un filosofo y matemático, al campo de la política, la administración pública, el derecho y sobre todo a la ecología?.  Más aun, si ese filosofo matemático, da muestras de una locura y genialidad, que ningún político, aun en sus peores e inmorales modales, han podido dar muestra. De la misma forma, que podríamos esperar de un burgues empresario y perfumado, con estudios en los mejores colegios de Colombia y Francia.
Hablemos entonces de Antenas Mockus y Enrique Peñaloza; ambos ex Alcaldes de Bogotá Colombia. El primero de ellos un académico  ex Rector de la Universidad Nacional de Colombia, que un día tuvo la ocurrencia de participar en la política, dejando a un lado sus ecuaciones matemáticas y muy acertadas disertaciones filosóficas, para entonces decidir cambiar el paradigma tradicional de gobernar y administrar una ciudad, con sentido humanista, tragicómico y por demás, con un alto concepto ecologista; llevando a la capital colombiana, a convertirla en una promesa del desarrollo sustentable, de las ciudades modernas donde pueden coincidir, el crecimiento económico, la restauración y conservación el medio ambiente, así como nuevas formas de convivencia política, en un ambiente de armonía, paz y bien común. Una promesa, que me atrevería decir, la ciudad de México, trata de cumplir al pie de la letra.
La historia comienza de la siguiente forma: Bogota Colombia 1994, una ciudad de ocho millones de habitantes, que vio a sumergir a una generación de políticos “locos”; para esos días Enrique Peñaloza, un economista administrador egresado del Colegio Refous y posteriormente de Duke University, tuvo la ocurrencia de visitar casa por casa, restauran por restaurant, de subir en cada uno de los microbuses que abordaba, para entregar sus folletos que lo auto postulaban como candidato a la Alcaldía de Bogotá Colombia; mientras eso sucedía, el Rector de la Universidad Nacional de Colombia, enfrentaba las disputas y rencillas estudiantiles, de grupos radicales procheguevaristas y partidarios de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las “FARC”; así con una Universidad Publica en crisis.
Un dia de esos, luego de que el Rector se trasladara en su bicicleta, de su casa al campus universitario, tuvo la valentía de comparecer ante el auditorio repleto de dos mil estudiantes inconformes, que habían paralizado las actividades de la Universidad e interrumpido la vida academica y escolar; así entre chiflidos y mentadas de madre, exigían de su autoridad universitaria, una solución a sus demandas de revolución; entonces el Rector humillado por las rechiflas que no lo dejaban hablar, decidió como en señal de protesta, bajarse los pantalones y enseñarles las nalgas a sus estudiantes; ¡se imaginan eso¡. …Toda una autoridad universitaria, un Magister en Matemáticas y Filosofia, doctor Honoris Causa por la Universidad de Francia, académico de tiempo completo, bajarse los pantalones en una auditorio y decirles a sus estudiantes inconformes, de manera muy sutil, “¡Vayan y chinguen a su madre¡”; claro que es humano y como todos los humanos, tenemos derecho a enojarnos, pero de dejar al lado su investidura de alto funcionario universitario y enseñarle el culo a sus alumnos, eso si es de locos … 

Obvio que esa conducta irrespetuosa del rector a sus alumnos, fue mucho más grave de la que pudieron haber hecho los cientos y miles de barbajanes estudiantes que escondidos tras el tumulto, les fue muy fácil gritar, injuriar, difamar, a cualquier persona que represente autoridad, más aun, del Representante de su Universidad Nacional; por eso el Rector, congruente con la presión política y la percepción de los medios de comunicación, decidió renunciar a su vida académica. … Y entonces, detrás de ese escándalo nacional, se convirtió en una figura política, hasta tener la ocurrencia de postularse, sin partido político alguno que lo respaldara, en candidato a la Alcaldía.
Antenas Mockus se convirtió en el rival del otro candidato, Enrique Peñalosa; dos políticos diferentes a los demás, con planes de gobierno innovadores que tratarían de cambiar los problemas de corrupción y criminalidad que ensombrecía la nación colombiana, país de capos y productores de mariguana y cocaína; en ese contexto de política pobre, Antenas Mockus volvió a dar muestras de su locura, cuando vestido de “Superman” o de “Superbarrio” mexicano, se lanzo a declararle la guerra a la contaminación visual, limpiando las calles de letreros y anuncios, colocados en vallas, edificios, casas; esta persona “loca”, en su “campaña política ecologista” dio muestras de tener una madre “normal”, una señora de origen Lituana que ninguneaba a su hijo por sus aspiraciones políticas y que corría a los periodistas que querían entrevistar a su hijo, de esa forma, la nueva generación de políticos colombianos mostró que eran seres humanos comunes y corrientes, que no tenían nada de seres sobrenaturales, que al igual que todos, podían tener el mismo tipo de nalgas donde también al igual que todos, defecaban igual y también como al igual que todos, podían tener madres regañonas.

Mockus y Peñalosa se convirtieron en contendientes por la Alcaldía, ambos pelearon la elección y debatieron o mejor dicho, trataron de debatir en la Universidad, donde meses antes Mockus había dado ese espectáculo tan bochornoso; en aquella ocasión, las mentadas de madres y chiflidos se volvieron a escuchar nuevamente, descalificando el estudiantado a sus políticos, en el caso de Peñaloza, un estudiante le aventó en la cara unos calzones cagados, los mojones de mierda ensuciaron el rostro del candidato que nada hizo ante tal humillación; cuando el turno le tocó a Mockus, otro estudiante le quito el micrófono y entonces, el Exrector de la Universidad y ahora candidato, perdió los estribos, alcanzo a ese estudiante para pedirle le devolviera el micrófono que le había arrebatado, pero ante su negativa, ¡lo agarro a madrazos …¡
Bonito espectáculo. Los candidatos a la alcaldía, también saben agarrarse a golpes, como peleadores callejeros; que podía esperarse de una universidad pública donde predomina la intolerancia, los grupos radicales con estudiantes que se creen críticos e inteligentes, que podía esperarse ante esas muestras de intolerancia, y de un candidato, poco convencional como Antenas Mockus, que también no podía controlar su agresividad.
Mockus sin haber invertido tanto en su campaña, en pocos meses se convirtió en una figura nacional que arraso las preferencias del electorado, ganando las elecciones por la alcaldía y convirtiéndose por ende, en Alcalde Bogotá. De esa manera, el nuevo Alcalde ingresaría a un gobierno calificado de corrupto y nepotista, ingresando a sus filas, la comunidad académica, las mentes realmente criticas e intelectuales de la Universidad nacional, brincaron a la política, para ofrecer no solamente a los bogotenses, sino también al mundo entero, una nueva forma de gobernar y administrar una Ciudad.

Mockus como buen filosofo sabio, de esos que se refería Platón, inició su administración con campañas moralistas y de concientización de la dignidad humana y también del derecho a la vida; responsabilizo por lo tanto a los ciudadanos, del caos, la anarquía y la corrupción que vivía en Bogotá; inicio primero educándolos respecto a la moral y a la autorregulación de las normas, empezando con campañas artísticas; para ello el gobierno de la alcaldía contrato a mimos para colocarlos en las principales avenidas de la ciudad, a fin de enseñarles a los automovilistas y conductores de transporte público, como debían respetar a sus oficiales y observar también las señales de tránsito; claro que para muchos esas eran verdaderas “payasadas”, pero no eran payasos los que estaban en los cruceros, muchos menos niños de la calle payasitos, sino que eran mimos estudiantes y egresados de las escuelas de arte, quienes tuvieron la encomienda de educar a los automovilistas y peatones, haciendo mofa de actitudes y conductas ilegales tanto de estos, imitándolos o mostrándoles tarjetitas de colores. Claro que no fue fácil, se corrieron a mas de 3200 agentes de tránsito, además de recibir una serie de críticas de la opinión pública, quienes calificaban a ese programa de “anarquista”; sino que también se judicializaron muchos conflictos laborales, al haberse decidido la limpieza a la corporación policiaca.
Otra de las campañas de educación cívica, durante la administración de Mockus, fue preponderar el derecho a la vida, para ello, decreto normas prohibitivas, imponiendo limites a los horarios para el funcionamiento de establecimientos mercantiles con giro de “antros”, llamado su disposición normativa como “Ley zanahoria”, en donde controlo el consumo del alcohol y previno los accidentes automovilistas, para evitar las defunciones a causa de accidentes automovilísticos por conductores en estado de embriaguez, practicando visitas a dichos establecimientos mercantiles, sin importarles desde luego la molestia a cargo de los clientes de dichos antros, que con dicha prohibición, se les limitaba su derecho a divertirse; con la “Ley Zanahoria”, vinieron también las campañas contra la violencia,  “vacunando” a los ciudadanos de esa violencia familiar que se vivía en la sociedad colombiana; sustituyendo la violencia física con la violencia simbólica, para llegar a una sociedad pacifica, algo así que se podría resumir con la siguiente formula: “¡Si me vas a golpear, mejor empújame; si me vas a empujar, mejor insúltame; si mes vas a insultar, mejor grítame; si me vas a gritar, mejor háblame; si me vas hablar, mejor hablamos”..
En medio de  un país envuelto por la guerrilla y los grupos paramilitares, se inició la campaña de desarme, aun en contra de lo que muchos grupos de interés proponían; se crearon líneas telefónicas para que los hijos denunciaran a sus padres del maltrato familiar, se persuadió a mas de 65 mil colombianos de una mejor posición social, a que hicieran donaciones del 10% de sus riquezas, también se organizo la recaudación fiscal y se contrataron créditos; todo esto, para que el candidato perdedor de la alcaldía de 1994, Enrique Peñalosa, asumiera el liderazgo de la ciudad en 1997 y sustituyera a Mockus en su papel de transformar a Bogotá.
Enrique Peñalosa propone construir una ciudad con equidad, sustituye a los burócratas académicos de Mockus, por los gerentes empresariales, de forma apresurada, derrumba colonias enteras, como el barrio del “Cartucho”, zona criminal que se encontraba cerca del Palacio de Gobierno, del Congreso, del Tribunal, colonia delictiva peligrosa, que vio a sus calles y vecindades derrumbarse por las ordenes del gobierno; la política del “espacio público” fue expropiando predios tanto de zonas marginadas, como también de áreas de uso exclusivo de la gente más ostentosa y rica de Colombia, como fue la expropiación del Club Campestre, que convirtió en el jardín privado de los adinerados de Colombia, en un parque público para los colombianos; de esa forma, la política del espacio público fue haciendo posible que se democratizara la sociedad, mas allá de lo que los sufragios permitían
Construir una ciudad de primer mundo, sin contaminación, sin ruido; ¿Cómo hacer ese milagro?. Construyendo una sociedad sin carros, limitando el uso del automóvil y fomentando el uso del transporte público, empezando por el titular del poder ejecutivo, quien se sentaría al lado del empleado más humilde; de esa manera, la “sociedad sin clases” a la que se refería Marx, es aquella donde el rico y el pobre coinciden en el transporte público, donde el peatón que se transporte en su bicicleta, tiene los mismos derechos y obligaciones, del que se traslada en automóvil; igualando las vialidades, construyendo ciclo pistas y líneas de metrobuses de hasta dos o tres carriles, desapareciendo aun en contra de las protestas sociales, las rutas de camiones chimecos, microbuses destartalados, conductores vulgares, en medio de marchas y manifestaciones violentas, la fisonomía de Bogotá se fue transformando, para ir introduciendo aun en contra de los intereses del “pulpo camionero”, la introducción de un nuevo sistema de transporte, diez veces más económico que el metro subterráneo, donde no solamente podían coincidir ricos y pobres, sino también niños, jóvenes, ancianos, discapacitados; un proyecto de transporte publico que ha sido imitado inclusive en la Ciudad de México y en el Estado de México.

TRANSMILENIO EN BOGOTA COLOMBIA
A esta oleada de introducir “Transmilenio” como un nuevo paradigma de transporte público, mezcla del metro subterráneo con los camiones terrestres, se fueron construyendo también escuelas y bibliotecas públicos con amplios estacionamientos para bicicletas, creándose la figura del “nuevo héroe colombiano”, no el ostentoso hombre agresivo ostentoso que  tripulaba una camioneta o automóvil lujoso, sino al joven estudioso, deportista, que era capaz de transportarse en bicicleta para ir de la escuela a la biblioteca.
Al terminar su periodo Peñalosa, regreso a la Alcaldía Mockus, quien continuo con el proyecto de “modernizar” Bogotá, continuando con las obras inconclusas de su antecesor y aumentando la red de Transmilenio, continuando con la obra de edificar un nuevo concepto de ciudad pacífica, democrática, equitativa y ecológica. Mockus y Peñaloza coincidieron en la forma de gobernar y administrar una ciudad, aunque no lo hicieron en el terreno de la política nacional, donde Mockus fue candidato a la presidencial en contra del candidato oficial Juan Manuel Santos, mientras que Peñaloza se adhirió apoyando al polémico presidente de Colombia Álvaro Uribe.
¡Pero eso que importa…¡ Lo importante de esta reflexión, es el modelo de gobierno de la Ciudad de México y lo que se puede aprender de la capital Sudamericana de la nación que concibió Simón Bolívar.
Bogotá y la México Distrito Federal son ciudades que tienen mucho en común, coinciden por lo menos en la misma lengua y sin duda alguna, tienen los mismos problemas económicos y sociales.
Los proyectos de gobierno pueden ser “buenos” o “malos”, para algunos suelen ser muy incómodos y demasiado criticados, pero finalmente en buen político se le contrata (eligiéndolo democráticamente) para solucionar problemas y no para quedar bien con unos u otros. Yo creo que en caso particular, los habitantes de la ciudad de México, sobre todo en los conductores automovilistas, no le gusta ver el Paseo de la Reforma bloqueado por los ciclistas dominicales, ni tampoco le gusta que el metrobus haya invadido un carriles en Insurgentes o en el eje Guerrero, o que se hayan cerrado carriles para ciclistas o bloqueado algunas calles principales del centro histórico; las campañas de “alcoholímetro” y las leyes de establecimientos mercantiles que ponen un horario tope en sus servicios, no son populares, pero finalmente hay que ver los resultados dados en Colombia.
No es necesario que nuestros políticos enseñen las nalgas, pues ya lamentablemente muchos de ellos han enseñado cosas peores, como sus pocos escrúpulos, su incongruencia, su discursos demagógicos y antagónicos; no es necesario que los candidatos acudan auditorios para agarrarse a golpes con los estudiantes radicales, luego de muchos escándalos de corrupción y cinismo que se han enfrentado algunos de estos personajes públicos de no muy grata memoria; lo único que podría pedir como habitante de esta ciudad, es manifestar mi apoyo por las obras públicas emprendidas por el actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y aunque podría disentir, al igual que muchos, respecto algunos posicionamientos políticos o en políticas publicas implementadas, en lo personal, creo que el modelo de ciudad que se está construyendo, es el correcto y debe ser continuar, pues superara en mucho al de Bogotá Colombia, ya que la Ciudad de México cuenta con todo, aun a pesar de muchos de sus políticos ineficientes, existe gente valiosa, inteligente, honesta y responsable.
No es iluso decir que la Ciudad de México deba ser en el futuro, un lugar donde se pueda vivir en paz, en forma pacífica y ordenada, con un comunidad educada, libre, igualitaria, donde exista menos pobreza y mayor igualdad de oportunidades; no es romántico decir ni escuchar esto; lo absurdo sería pensar como algo “normal” que no se pudiera hacer; que estaríamos condenados a vivir en la mediocridad y corrupción, en el caos y en una guerra moral y civil, que ya se está dando en varios puntos del país; espero por lo tanto, que jamás se dé esta guerra en las calles de mi ciudad, aun creo y trabajo todos los días por nuevos modelos de convivencia social.
Qué bueno que haya políticos que puedan demostrar su compromiso por gobernar y administrar una Ciudad, solucionando los problemas que implica vivir en urbes violentas y contaminadas; es hora también de que en esta Ciudad, al igual que Bogotá Colombia, empiece a cambiar …
Sin necesidad de enseñar el culo …




Comentarios

  1. MAGISTER DIXI¡¡¡
    UD. SABE ESTIMADO MAESTRO QUE LA FRONTERA ENTRE LA VERDADERA CREATIVIDAD Y LA "LOCURA" ES UN HILO DELGADO QUE SÒLO ROMPEN LOS QUE CANSADOS DE LA DEMAGOGIA TAMBIÈN ROMPEN PARADIGMAS Y HACEN AQUELLO, QUE SEGURAMENTE LA MAYORÌA QUISIERA HACER, PERO SU "CONCIENCIA MORAL " SE LOS IMPIDE.... SALUDOS, SIGA ADELANTE EN TODO CUANTO DE BUENO HAYA QUE HACER

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