¡A MI NO ME GUSTA LA SOPA¡. ... (Los ciberderechos en pugna).
Los ciberderechos, son los derechos que tiene cualquier persona, para acceder al ciberespacio (específicamente al Internet).
Estos derechos, son sin duda alguna, el derecho a la libertad de expresión, también el derecho a la privacidad en línea y el de libre asociación en comunidades virtuales, así como el derecho al acceso al ciberespacio, independientemente del nivel socioeconómico, ubicación geográfica o discapacidad.
El Internet nos ha hecho a todos globales y miembros de una comunidad global y virtual, no imaginable hace veinte años, cuando el mundo se limitaba al control de los territorios físicos, nunca nadie pensó que la tecnología pudiera crear un “nuevo” territorio, en que todos los seres humanos pudiéramos participar de este medio de comunicación, que a diferencia de la prensa, la radio y la televisión, nos permite mayor flujo de comunicación, libertad de expresión e información, entre todos que estamos conectados con una computadora. No dudaría que de continuar esta tendencia, la prensa, radio y televisión desaparecerán y serán sustituidos, por este gran invento tecnológico.
El derecho al internet, nos ha hecho más democráticos, más expresivos, nos ha permitido acercarnos a nuestros semejantes, a saber lo que está ocurriendo en nuestra comunidad, en nuestro país y en otras regiones del mundo; en el mundo neoliberal de hoy, aún y con todas sus desigualdades económicas e injusticias arbitrarias de algunas naciones o corporaciones, no hay nada más democrático y justo, que el acceso real de los ciberderechos. El mundo de hoy y el de los próximos años, requerirá más derecho de internet y un internet, que sea para todos.
El internet es un espacio común creado por los que somos parte de esa comunidad virtual. Los servicios que nos proporciona son cada vez más comunes en esta sociedad moderna; el acceso al correo electrónico, a la mensajería instantánea, a tener conversaciones en línea (chats), a descargar audios (podcast), transferir archivos, acceder a documentos, inclusive a matar al tedio; la nueva alfabetización del siglo XXI, será aprender la variedad de software’s. En el caso de un país como el nuestro, el ideal sería que todo individuo sea un usuario del internet. Algo todavía tan lejano, para muchas personas que son doblemente analfabetas.
Evitar la falsificación, la protección de los derechos de autor o la llamada “piratería”, es una causa justa que obliga a cualquier Estado a defender la propiedad privada; pero pretender suprimir, regular, restringir, bloquear o censurar el Internet, pretextando defender los derechos de libre expresión y acceso a la información, constituye un trato desigual a la inmensa mayoría de cibernautas que utilizamos este medio para expresarnos, comunicarnos e informarnos.
La denominada Ley “Sopa”, “Stop Online Piracy Act”, Ley contra la piratería en línea, promovida en Estados Unidos de América, podría tener efectos jurídicos extraterritoriales, generaría como efectos la autocensura, restringiría la navegación en el internet, wikipedia, youtube, google, twitter, face book, quizás no volverían a ser lo mismo; muchos páginas web, podrían ser suprimidas o “bloqueadas” y la libertad de expresión sería restringida. Podría dar pie, a que surgieran otras leyes parecidas que también pretendan regular la defensa de la propiedad intelectual, la seguridad nacional, la honorabilidad de las personas o las instituciones, o cualquier otra excusa que termine por aniquilar el anhelo de construir una globalización alternativa.
No concibo un internet aburrido, bloqueado, censurado; ya no circularían los últimos chistes en web, ni la creatividad, ni el activismo político de las redes sociales; no quiero pensar que el futuro del internet sea el de un “territorio” controlado, vigilado y además costoso de acceder; ojala empresas como Apple, Microsoft, Adobe, entiendan que la aspiración de la humanidad, es construir una sociedad global, informada, educada, democrática, consciente, critica, sustentable y mas igualitaria; que el internet genera ciberderechos y que estos “nuevos” derechos, nadie puede suprimirlos, mucho menos restringirlos o ponerlos en venta.
Por eso digo, que a mi, no me gusta la SOPA.