¿EN DONDE PARÓ LA BASURA DE LA LINEA 12 DEL METRO?. EL CASO DE TEQUEXQUINAHUAC
A
propósito de la inauguración de la línea 12 del Metro, me permito exponerles un
asunto real, que un alumno de la materia de Derecho Ambiental, quien responde
el nombre de Alfredo Bustamante, se dedicó a investigar.
La
información recabada en el presente reporte, es real, sucede actualmente,
surgió con motivo de la denuncia de un estudiante del grupo de derecho
ambiental de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la Universidad Nacional Autonóma de México, lo que dio origen, a
que otro alumno, se dedicará a investigar y documentar el presente caso.
"El caso de Tequexquinahuac:
Aproximadamente en el
mes de Agosto del presente año, ciudadanos de Texcoco Estado de México, mas
especifico de las comunidades de Tequexquinahuac, San Diego, Unidad ISSSTE, San
Miguel Tlaixpan , Huexotla, entre otras, detectaron el traslado y deposito de “lodos”
en las minas de Tequexquinauac, San Miguel Tlaixpan y Huexotla; el cual
supuestamente, provenían de la construcción de la línea 12 del metro y cuya
empresa encargada del traslado de los desechos es la denominada ICA.
Dichos vecinos se
inconformaron, debido a la posible y grave contaminación a los mantos freáticos
que abastecen de agua potable no solo al municipio de Texcoco, sino también a
parte de la Ciudad de México; aunado a que, en el trayecto a la mina, los
camiones pertenecientes a la empresa ICA, dejaban un rastro de “lodo podrido”,
que mas allá del mal olor que generaban, se convertían en un riesgo latente
para la vialidad. Por tal motivo, la misma población presentó sus
inconformidades ante las autoridades del municipio, las cuales, pese a realizar
estudios y darse cuenta de que si existía contaminación a los mantos freáticos,
se limitó a informar que la contaminación entraba dentro del rango permitido
por la Norma Oficial Mexicana de la materia en cuestión y que por tal motivo,
los permisos otorgados a las empresas encargadas de los rellenos se mantendrían
vigentes.
Los pobladores,
preocupados por el cuidado de los mantos freáticos que nos abastecen de agua
potable, así como resignados por la falta de apoyo de las autoridades, tomaron
cartas en el asunto y se organizaron formando “guardias”, con la finalidad de
evitar el accesos a los camiones y negarse así el relleno de tóxicos en las
minas antes citadas, situación que hasta el momento ha contribuido al objeto
real de la causa.
Tratando de apoyar un
poco esta causa y basándonos en los vagos conocimientos jurídicos con los que
contamos, nos dispusimos a cuestionar a la autoridad a nivel federal, estatal y
del Distrito Federal, sobre cómo, pese al conocimiento del impacto ambiental
tan negativo que se tiene con la realización de estos rellenos, estos estaban o
no autorizados, y aunque no fue sencillo arrancar una respuesta concreta de las
diversas autoridades responsables, se obtuvo un poco de información.
De inicio, con la
curiosidad si alguien más se había preocupado por dar un poco de apoyo a esta
causa, se solicitó información sobre la existencia de denuncias ambientales con
respecto a la realización del depósito de desechos sólidos en las minas de
Texcoco, y para la sorpresa de nosotros, las autoridades comenzaron a caer en
incongruencias; de inicio, proyecto metro, nos indica que no existen denuncias
ambientales sobre el tema en cuestión, sin embargo la Secretaría del Medio
Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento
Territorial del Distrito Federal (PAOT) nos informan que ya existían 12
denuncias relacionadas a este problema, sin embargo solo una de ellas
mencionaba los residuos sólidos a que hacíamos referencia, seguido de esto, al
provenir los desechos de la Línea 12 del metro, los cuales ascendían a 2446.180
metros cúbicos, según información proporcionada por la Procuraduría Ambiental y
del Ordenamiento Territorial del D.F. (PAOT), suponíamos que debiera existir un
Acuerdo de Coordinación entre el Distrito Federal. y el Estado de México, el
cual permitiera al Distrito Federal realizar el rellenos de las minas con los
desechos extraídos con motivo de la construcción de la Línea 12 del Metro,
acuerdo del cual se solicitó copia y autoridades como Proyecto Metro,
Secretaria de Obras del D.F, Secretarias del Medio Ambiente, tanto del Distrito
Federal, Estado de México y la Federal, informarón que no existía o que
desconocían de la existencia del mismo, y que por lo tanto no se podía
proporcionar copias del mismo. Entonces, si el acuerdo no existe, ¿por qué
motivo los desechos extraídos de la construcción de la línea 12 del metro son
depositados en Texcoco?. Otra pregunta: ¿Por qué en Texcoco y no, en Tecamac,
Ozumba o en cualquier otro Municipio del Estado de México?.
Aunado a eso,
Proyecto Metro nos dijó que desconocía de la existencia de algún Acuerdo de Coordinación
entre Estado de México y Distrito Federal., pero nos proporcionó un dato
interesante, afirmando que no existía autorización sobre el relleno sanitario
efectuado con residuos sólidos sobre minas ubicadas en Texcoco. Así mismo
informó que ninguna empresa fue contratada para el traslado de los desechos,
sino que el consorcio Linea-12 contrató al Sindicato de Trabajadores de la Industria
de Autotransportes Similares (STIAS) y a Conexos de la Republica Mexicana
dependiente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM); y aunque suene
reiterativa la pregunta: ¿Por qué motivo se realizó el depósito de los desechos
sólidos de la construcción de la línea 12 del Metro en el Municipio de Texcoco,
si de inicio, no existe y nunca existió Acuerdo de Coordinación entre Distrito Federal
y el Estado de México; aunado a que Proyecto Metro, no autorizó el relleno de
minas en Texcoco con sus desechos; más aún, porque quienes realizan el
depósitos de los desechos es la empresa ICA si ningúna fue contratada?
Evidentemente se
encuentran incongruencias entre las respuestas de las distintas
autoridades, manteniendo en
incertidumbre el derecho a un medio ambiente sano, otorgado en el artículo 4º
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, puesto a que, aun
con incongruencias de las autoridades, los rellenos a las minas se efectúan,
pudiendo generar con ello un daño irremediable.
Como se mencionó al
principio, los cuestionamientos también se realizaron hacia el Gobierno del
Estado de México, que, aunque se dilató un poco más en contestar, también se
pronunció sobre el tema en cuestión, informando que de inicio las minas
pertenecen a particulares y que por tal motivo son ellos los que tendrían que
obtener los permisos para la realización de los rellenos, la cual sería
otorgada por la Dirección General de Ordenamiento e Impacto Ambiental (DGOIA)
de la Secretaría del Medio Ambiente del Estado de México, después de haber
analizado una manifestación de impacto ambiental e inspección entregada por la
empresa que realizó el relleno; dicha empresa solicitó al Ayuntamiento, el
permiso municipal el cual será emitido a través de la Dirección General de
Desarrollo Municipal, quien deberá verificar los permisos y realizar las revisiones a la mina y al
material con el que se va a rellenar.
El Gobierno del
Estado de México dijó que las minas de Teqiexquinahuac no se estaban rellenando,
debido a que siguen en explotación de materiales pétreos, sin embargo si
existió dicho relleno en las minas de San Miguel Tlaixpan, cuyos propietarios son
ejidatarios quienes se les mantuvo informados por conducto del Comisariado Ejidal,
respecto a la descripción del seguimiento realizado al caso
Relleno-Rehabilitación de la Mina San miguel Tlaixpan.
En ese tenor, el 18 de noviembre de
2010, se emitió el permiso o resolutivo de la DGOIA, con el No.
212130000/DGOIA/RESOL/0306/10 a la empresa de Construcciones y Terracerías
Silva, S.A de C.V para la rehabilitación de las minas de San Miguel Tlaixpan,
cuyas minas son de propiedad ejidal y están subarrendadas a la empresa antes
mencionada. En el resolutivo se
describen los materiales con los que se puede realizar el relleno y las medidas
de rehabilitación preventivas y restrictivas que deben realizarse al
rellenar–rehabilitar una mina. La mina de San Miguel Tlaixpan se comenzó a
rellenar-rehabilitar, a partir del lunes 03 de enero de 2011.
La Dirección de Ecología del
Municipio de Texcoco, tenía conocimiento de estas acciones, y no dictó ninguna
restricción, ya que contaban con el permiso correspondiente y actualmente esta
Subdirección del Medio Ambiente, ha dado seguimiento constante al relleno-rehabilitación
de esta mina y realizó revisiones constantes a todas las minas para evitar que fueran
vertidos basura y/o desechos contaminantes.
Cabe señalar que después de
revisiones constantes, el día 25 de julio de 2011, se le dio la notificación a
la Mina de San Miguel Tlaixpan, porque se detectó que habían recibido un camión
con basura, motivo por el cual se le solicitó la extracción de la misma y la
generación de análisis de los suelos con los que rellenaba la mina, para
determinar presunta contaminación. A su vez también se informó que la Dirección
General de Ordenamiento e Impacto Ambiental de la Secretaria del Medio
Ambiente, le otorgó una ampliación del permiso de relleno por otros doce meses
más, esto manifestado en el informe de No. 212130000/DGOIA/OF/2369-547/11, con
fecha del 19 de diciembre de 2011; y después de haber realizado supervisiones,
esta dependencia estatal, informó que habían dado cumplimiento en tiempo y
forma a la mayoría de las condicionantes de rehabilitación, establecidas en el
resolutivo otorgado el 18 de noviembre de 2010. Por lo que la mina continuo su
relleno hasta el mes de agosto de 2012, que fueron bloqueados los accesos
carreteros y se detuvo el relleno. Por lo que esta mina ya anuncio la
finalización del relleno y comenzó los procesos de entrega y la próxima
reincorporación de los terrenos a sus poseedores.
En relación a la descripción del
seguimiento realizado al caso Relleno –Rehabilitación de las minas de Huexotla:
Son dos las minas que tienen permiso de la DGOIA, del Gobierno Estatal, en
fecha 09 de mayo de 2012 con el no. 212130000/DGOIA/RESOL/0114/12 a la empresa
denominada José Luis Sánchez Cortes. El relleno de estas minas con lodos,
comenzó a partir del mes de agosto del presente, y tiene aproximadamente un mes
de funcionamiento. Desde su puesta en marcha se realizaron revisiones
constantes en la mina, para evitar que se rellenara con basura, y ver el tipo
de suelo y lodo que utilizan para rellenar. Cabe señalar que al cabo de la
tercera semana se realizo una nivelación con balastro. Respecto del grado de
toxicidad de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana en esa materia se informó
que debido a la preocupación de algunos ciudadanos, se llevaron a cabo varias
reuniones en el Consejo Municipal de Protección a la Biodiversidad y Desarrollo
Sostenible de Texcoco (COMPROBIDES TEXCOCO); el 23 de febrero del presente, en
una reunión de este Consejo, se mostraron los resultados de los análisis de
suelo realizados por la empresa en el laboratorio Central Universitario,
especializado en agua, vegetación y suelos, el cual está ubicado en el
departamento de Suelos, de la Universidad Autónoma Chapingo, cuyos resultados
cumplieron muy por debajo de la Norma de contaminación de suelos vigente. Cabe
señalar que los ciudadanos denunciantes presentaron los resultados de unos
análisis de los suelos muestreados por ellos, y analizados en el mismo
laboratorio de la UACH y también los resultados de las muestras, resultaron muy
por debajo de la Norma.
Sin embargo y derivado de la
inconformidad presentada por ciudadanos, vecinos de comunidades de Texcoco, el
H. Ayuntamiento, por medio de la Secretaria de Ayuntamiento ha mantenido
reuniones de trabajo con la comisión de vecinos inconformes con esta situación,
donde entre otras cosas se ha logrado tener ya diversas reuniones con
instancias del gobierno federal, aunado a este el Ayuntamiento en fecha 24 de
septiembre de dos mil doce, realizó la suspensión de los socavones de la mina,
de acuerdo a documentos expedidos por la Dirección General de Desarrollo
Municipal, ya que tiraban material (lodos), que no estaban considerados para el
relleno de esa minas.
Aunque pudiera parecen un poco
tediosa esta información, es de suma importancia, tomando en cuenta que la
autoridad acepta que existen rellenos de minas con residuos sólidos, llámese
lodos, los cuales, aunque al dar autorización a los mismos presentaban
materiales que supuestamente no tenían un grado de toxicidad alarmante, al paso
del tiempo se descubrió que contaminaban más de lo aparente, poniendo en riesgo
así, no solo la salud de la población del Estado de México y de parte del D.F.,
sino la vida misma de estos ciudadanos.
Y sin querer sonar repetitivo, se
reiteran las preguntas del por qué Texcoco es utilizado como depósito de
desechos sólidos del D.F. si no existe acuerdo, ni autorización; de igual modo
por qué quien realiza el traslado y deposito es la empresa ICA y no las demás
mencionadas por las diversas autoridades; y sin el afán de abusar, es necesario
preguntar, que consecuencias ambientales ha traído y traerá la realización de
estos rellenos de minas en Texcoco y quien o quienes serán los responsables de
dichos daños y de que manera podrán mitigarlos?"
En síntesis, lo que este caso, nos arroja es lo
siguiente:
Primero.- El
escombro, cascajo, tierra, es decir, el “lodo” que originó la construcción de
la Línea 12 del Metro, terminó por “tirarse”, en las minas de Tequexquinahuac,
Tlaixpan y Huexotla, ubicadas en el Municipio de Texcoco Estado de México.
Segundo.- Se supone,
que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece en los artículos
26 A, 115 VI y 122 Base Quinta inciso G, las facultades para que las Entidades
Federativas, Municipios y el Distrito Federal, puedan celebrar convenios de coordinación, en materia de planeación; si una obra
pública de gran envergadura como fue la construcción de la Línea 12 del Metro,
no contempló donde iba a parar todo el cascajo que éste originaría, estaríamos
hablando de una falta de planeación y por ende, una clara violación a los
preceptos constitucionales antes citados, independientemente de la
responsabilidad en que pudieron haber incurrido los servidores públicos que se encontraban
obligadas a realizar las gestiones para llevar a cabo, la implementación de
dicho convenio.
Tercero.- Los testigos
de dichos rumbos, aseguraron que los camiones que tiraban dichos residuos, eran
pertenecientes a la empresa ICA; sin embargo, existió contradicciones con la investigación
efectuada, pues el proyecto Metro informó que dicho traslado, fue por conducto
del Sindicato Mexicano de Transportistas. Situación que resulta extraña, porque
el objeto de un sindicato, es defender los derechos de sus agremiados los
trabajadores y no precisamente, efectuar contratos de servicios relacionados
con la obra pública. Las dudas persisten, o fue ICA o el Sindicato que llevó el
traslado de dichos residuos a las minas de Teqiexquinahuac, Tlaixpan y
Huexotla; o simplemente fueron las dos; porque el Proyecto Metro, informó que
fue el Sindicato, cunado los testigos manifiestan haber visto que eran camiones
con los logos de la empresa ICA.
Cuarta.- Cual
fue el objeto a la que se obligó las empresas que construyeron la Línea 12 del
Metro, es decir, sabemos que una de sus obligaciones fue precisamente construir
el metro de la Línea 12; pero la pregunta es, que otras obligaciones accesorias o
inherentes a dicho objeto, también existieron. ¿A quien le correspondía “eliminar” todo
el cascajo o “lodo” generado por dicha obra?, ¿al Gobierno de la Ciudad de
México?, ¿a la empresa constructora?, ¿ambos?.
Quinta.-
Suponiendo que los camiones que llevaron a cabo el “relleno” de las minas de
Texcoco antes mencionadas, ya fuera ICA o el “Sindicato”, podían hacerlo sin
problema legal alguno, porque dichos residuos estaban dentro de los limites
permisibles por la normas ambientales, la pregunta es: ¿Quién debía de haber
generado dicha autorización?. ¿La Secretaría del Medio Ambiente del Estado de
México?, ¿El Ayuntamiento de Texcoco?, ¿El Gobierno Federal?. ¿Quién?.
Sexta.-
Una empresa denominada Construcciones y Terracerías Silva, S.A de C.V fue quien
se dedicó a “rehabilitar” las minas de San Miguel Tlaixpan, quien celebró contrato
de subarrendamiento con los ejidatarios de Tlaixpan. Las dudas persisten: ¿Puede
un ejido, permitir que se subarrendé sus tierras, para que estos sirvan de “relleno”?,
¿Quién era el arrendador, que fungió como intermediario entre el ejido y la citada
empresa?. ¿Jugaron algún papel importante, la empresa ICA y/o el Sindicato de
Transportistas?. ¿Por qué la empresa anunció haber finalizado el relleno de la
mina en mención, después de haberles impedido los accesos carreteros?.
Séptima.-
Actualmente se esta llevando a cabo el relleno de la mina de Huexotla, el cual
empezó a partir del mes de agosto del 2012; dicha mina se rellena con lodos,
¿provenientes de donde, si la Linea 12 del Metro, ya concluyó?. Así también,
dicha mina contó con los estudios de impacto ambiental de la Universidad Autónoma
de Chapingo, ¿habrá sucedido lo mismo, con las otras dos minas de Teqiexquinahuac,
Tlaixpan.
El tema amerita analizarse e informarse
pormenorizadamente e inclusive, ir deslindando responsabilidades. Algo anómalo
pareciera que ocurriera ahí.
No se trata de “enlodar” la construcción de
la Linea 12 del Metro, cuya obra pública traerá importantes beneficios a la
movilidad de quienes habitamos y transitamos en la Ciudad de México.
El problema radica, que en un lugar cercano a
la Ciudad de México, existe la presunción de que cascajo, lodo, y demás residuos,
fueron depositados en suelos del Municipio del Estado de México, provocando con
ello, el posible riesgo de dañar al suelo y por consiguiente el subsuelo,
concretamente, los mantos freáticos de dicha región.
¿En que afecta eso?. Afecta, que al “taparse”
el suelo, el agua de la lluvia, no se filtrará en el subsuelo, rompiendo con
ello, los ciclos biogeoquímicos para la obtención del agua. Al no haber agua,
se genera sequia, al haber sequia, aumenta la temperatura, las nubes
desaparecen, el sol quema y acalora.
A lo mejor, no es mucho lo que se pudiera
notar o resentir, finalmente, los problemas y daños ambientales, son tan
difusos, que veces, uno ni los percibe o no los resiente con la misma
sensibilidad que otros podrían resentirlos; quizás, el problema, no es lo
ambiental, sino la falta de planeación de las autoridades del Estado de México,
Distrito Federal y de la Federación, que ni siquiera pueden celebrar un
Convenio de Coordinación.
¡El problema, es eso y más¡. Es es el
desconocimiento de los pobladores de dicha región, que sus habitantes no saben,
que tan grave o no es su problema ambiental.
Muchas preguntas y posiblemente, porque no, a
lo mejor el desvió de algún recurso público. ¿Cuánto costó realmente, la obra
públcia más importante de América Latina en los últimos 30 años?. Lo suficiente para haber prevenido este
posible daño ambiental?.
En fin, mucha especulación y
quizás un tema, que dada su complejidad y tecnicismo, a nadie le interesa. Que
quedará también enterrado, en los misteriosos rellenos de las minas de Tequexquinahuac,
Tlaixpan y Huexotla, de Texcoco Estado de México.