HAMBRE CONTRA LA CRUZADA NACIONAL CONTRA EL HAMBRE


 
“Cruzada”, no sé porque se le ocurrió al Presidente, referirse a su programa de “Cero Hambre” copiada del sistema brasileño, versión mexicana, como si esta fuera una cruzada. ¿Acaso sabe el Presidente, lo que es una cruzada?, ¿La persona que le enseñó a leer la Biblia al Licenciado Enrique Peña Nieto le habrá dicho que una cruzada, es una campaña de guerra compuesta por ejércitos cristianos, contra musulmanes y que ésta tenía como objeto principal, rescatar, “lugares santos”. 

Sigo sin entender, porque le llamó Cruzada a un programa social; si lo hubiera dicho un presidente de extracción panista le hubiera creído más, pero en el caso de un Presidente que representa los “ideales de la revolución mexicana”, ese término, resulta ideológicamente incorrecto.  Quizás muestra con esa denominación, una ideología que bien podría ser calificada de “conservadora” o de “derecha”; digna de un mandatario de ideas religiosas católicas.

En fin, no me interesa conocer las preferencias religiosas del señor Enrique Peña Nieto, me interesa conocer, que es eso, que le llama “Cruzada Nacional”;  y es que por momentos, mi cabeza me hace recordar un Deja Vu llamado “Pronasol”, Programa Nacional de Solidaridad, y no es de extrañarse la coincidencia, pues finalmente, en redes sociales y nuestra cultura sospechosista, hace presumir que detrás de las decisiones del Presidente, se encuentra una de las mentes más brillantes de éste país: Carlos Salinas de Gortari.  Posiblemente, fue él, quien le proporciono la luminosa idea.
 
 
Sin embargo, esperemos que la intervención del aparato televisivo, no convierta esta Cruzada nacional, en un “teletón más”. Pues lucrar con algo tan delicado, como es el hambre de 7 millones de mexicanos, para pretender obtener de éste problema, alguna ventaja política, sería deleznable, inmoral, ilegal e inconstitucional.

Nos toca como ciudadanos, primero antes que nada, saber en qué consiste todo esto. Lo haré en términos objetivos y neutrales; debiendo informar a mis semejantes, la inmensa mayoría gobernada, en que consiste este Programa.

El 22 de enero del 2013, salió publicado en el Diario Oficial de la Federación, el Decreto por el que se estableció el Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre.  Posteriormente el 13 de marzo del citado año, se emitieron los Lineamientos de Organización y Funcionamiento del Consejo Nacional de la Cruzada contra el Hambre.  Existe poca información sobre el tema, la página web http://sinhambre.gob.mx/?gclid=CK7ih6jc3LYCFcfd4AodbjIA-A no dice mucho; así que me dí a la tarea de desentrañar éste misterio, para poderlo compartir con ustedes.
 
 
Resulta que la Alimentación es un derecho humano de carácter social; esto significa en términos económicos, que es un derecho que le “cuesta” al Estado, que tiene por lo tanto, que erogar recursos económicos para dar cumplimiento al mismo. Lo tiene que hacer, porque así lo ordena también el artículo 4º  constitucional, al establecer que el Estado, debe de implementar las medidas necesarias para que toda persona, tenga derecho a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad.

Para poder dar cumplimiento a este derecho social previsto en la Constitución, el Estado crea un cuerpo colegiado de participantes, denominado “Sistema Nacional”, en el que interviene el gobierno federal, los 32 gobiernos de las entidades federativas (incluyendo el Distrito Federal) y los más de 2 mil municipios; además se suman, los denominados “sectores” público y social, así como organismos internacionales. De tal forma, que el Sistema nacional, es un “mega órgano” que ha decidido sentarse en la mesa, para iniciar su heroica cruzada contra el hambre.

El programa tiene como objetivos “Cero hambre”, a partir de la alimentación y la nutrición de las personas en pobreza; pretende eliminar la desnutrición infantil, aumentar la producción de alimentos e ingreso a los campesinos, minimizar las pérdidas post-cosecha y de alimentos, durante su proceso de almacenamiento, transporte, distribución y comercialización; así como promover la participación comunitaria para erradicar el hambre.

Para ello, se han elegido 400 municipios, que de conformidad a los estudios de incidencia de pobreza extrema, habitan en ellos personas que se encuentran en condiciones que carecen de acceso a la alimentación. Porque 400 y no 300 o 500; no lo sé, es un gran misterio.

Para poderme responderme a dicha cuestión, lo primero que pensaría, sería que en las regiones más inhóspitas de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, se hayan seleccionado esos municipios de población con hambre; sin embargo, no solamente son ellos, sino también llama la atención que se consideran algunas regiones urbanas, como lo son las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Tlalpan y Álvaro Obregón del Distrito Federal, o los municipios de Nezahualcóyotl, Naucalpan, Tlalnepantla, Tecámac, Atizapán del Estado de México, por citar sólo algunos, como regiones donde existe pobladores con hambre, si mucha hambre …. En fin, el gobierno federal debería explicar, que fundamentos y motivos tomo en cuenta, para elegir 400 municipios, ni más ni menos. Sino lo hace el gobierno, ojala algunos de nuestros brillantes, escandalosos y dormilones diputados, tenga la ocurrencia de preguntarle al Presidente.
 
 

Mientras eso ocurra, un estudio realizado por un egresado de la Universidad de Yale Dr. Oliver Azuara Herrera: “Cruzada Nacional Contra el Hambre: Dudas y Preocupaciones”, publicado por el Centro de Análisis de Políticas Públicas México Evalúa”,  especula a manera de hipótesis que de acuerdo a la información que proporciona el CONEVAL (Comisión Nacional de Evaluación), de 2,456 municipios que existen en el país, el programa se aplicará únicamente a 400 de ellos.

Ahora bien, de esos 400 municipios, se concentra el 52.4% de la población, es decir, un poquito más de la mitad de la población del país; lo que implica deducir que la otra mitad del país, no será beneficiada del programa y eso se deba, en mi humildísima y no docta opinión, a dos respuestas: O no existe hambre en esa otra mitad de la población (2,056 municipios), o bien, seguirán teniendo hambre los mexicanos desdichados ignorados por el programa, que seguirán, con todo el apoyo propagandístico del programa, a seguir teniendo hambre y más hambre.  

Ahora bien, los pobres entre los más pobres, llamados antes “miserables”, ahora denominados en “pobreza extrema” y en términos técnicos, con “pobreza alimenticia”,  serán beneficiados del programa en un 20%, pues estos se encuentran en municipios cuya población es menor a los 50 mil habitantes; se cubrirán el 60% de los pobres de aquellos municipios cuya población rebase más de los 50 mil habitantes, pero no de los 500 mil; en cambio, se cubrirán casi al 100% los pobres, en aquellos municipios cuya población rebase más de los 500 mil habitantes.

Esto significa, que el pobre que no tiene que comer en algún municipio pequeño del Estado de Chihuahua, Sonora, Durango o Sinaloa; tendrá más posibilidades de seguirse muriendo de hambre, al pobre de la gran ciudad capital de la República mexicana, cuya población rebasa más de los 9 millones de habitantes y que bien, podría comer hasta de la basura.

El Doctor en mención, a través de una serie de cálculos estadísticos. Utilizando ocho variables, tales como logaritmos de la población total, población en pobreza extrema, índice de desarrollo humano, capital política del Estado, entre otros datos técnicos y estadísticos; llega luego de un pormenorizado análisis, a una triste conclusión.  El programa no tiene correlación con la pobreza, y si en cambio, tiene una alta correlación en un 76% de probabilidad, con el calendario político electoral.

Tal como en su momento fue Pronasol, (Programa nacional de Solidaridad), la Cruzada Nacional Contra el Hambre, será un programa de esos que tanto le encanto al expresidente Carlos Salinas de Gortari; un programa “participativo”, en donde se captarán los futuros liderazgos en la administración de los recursos públicos y en donde los partidos políticos, sacaran provecho de ello, en los calendarios electorales, formando clientelas políticas con candidatos a puestos de elección popular, que “regala” lo que no es suyo.
 
 

Para poder llevar a cabo éste programa; la “Cruzada contra el Hambre” ha decidido en ese “mega órgano” llamado “Sistema Nacional”, conformarse por diversos niveles de autoridad; la primera de ellas es una Comisión Intersecretarial que se compone de todas las dependencias de la administración pública federal; un Consejo Nacional compuesto por la Secretaria de Desarrollo Social y representantes de organizaciones de los sectores social y privados; así como la célula básica, de donde saldrán los próximos liderazgos vecinales, los denominados “Comités Comunitarios”, integrados estos últimos por beneficiarios del programa.

Se unificaron 70 programas, o mejor dicho, se coordinaran 70 programas para esta “Cruzada”.  El programa, no es una serie o telenovela del canal de las estrellas, se le llama así, al “plan de trabajo” que se encarga de atender una problemática determinada.

Para tratar de explicar eso de “programa”, sin ser tan técnicos, diremos que el gobierno, para poder gastar el dinero que recauda de los impuestos, de los empréstitos o de la venta del petróleo, lo destina a la población a través de un “programa”;  cada programa lo presupuesta, es decir, le asigna una partida presupuestal, ósea una cantidad determinada en cientos de miles o de millones de pesos.

Por ejemplo, para poder solucionar el problema del hambre, el gobierno crea el “Programa de Apoyo Alimentario”, el cual le asigna la cantidad de 3,411 millones de pesos. Dicho dinero debe de gastarse para lo que fue programado, es decir en alimentos y para eso resulta importante, la participación de los ciudadanos, para verificar que ese dinero proyectado, aprobado, programado y presupuestado, llegue a su feliz destino, que es únicamente proporcionar alimentos.

En el caso particular, la Cruzada Nacional Contra el Hambre, ha “unificado” o “coordinado”, 70 programas, los cuales, cada uno de ellos, se le asigna un presupuesto determinado.

Muchos de estos programas son de una gran  cuantía. Por citar algunos: “Seguro Popular” se le ha asignado 66,791.94 millones de pesos; “Desarrollo Humano Oportunidades” 36,117.68 millones de pesos; “Pensión Adultos Mayores” 26,000.94 millones de pesos; Programa de Abasto Rural “DICONSA” 1,796 millones de pesos; Adquisición de Leche “LICONSA” 1,477 millones de pesos. La suma de los 64 programas restantes, nos da aproximadamente de 248.7 mil millones de pesos.  Doscientos cuarenta y ocho mil setecientos millones de pesos. 00/100 M.N.
 
 

Para poder entender la magnitud de esa cantidad, imaginemos los “Teletones”, que organiza año con año, la gran empresa de comunicaciones “Televisa”, en el cual, logra juntar luego de recibir donativos, en tan solo día al año, la cantidad de 471 millones. Luego entonces, la cantidad que el gobierno federal destinará a la Cruzada Nacional Contra el Hambre tan sólo en el año 2013, equivale como si Televisa organizara 528 teletones, lo que tardaría en transmitirlos diariamente, en un año cinco meses. ¡Que aburrido¡. ¡Ninguna de sus telenovelas ha durado tanto.    

Imaginemos que esa cantidad: Doscientos cuarenta y ocho mil setecientos millones de pesos, deberá destinarse para una población de siete millones cuatrocientos mil de habitantes que viven en la pobreza extrema. Eso equivale a decir, que si repartimos el dinero de esos 70 programas sociales, le tocaría a cada mexicano hambriento, la cantidad de 33 mil pesos, que divididos en los 365 días que le corresponden al año, le tocaría 92 pesos diarios.  (1.43 día de salario mínimo).  ¡Realmente poco¡.
 
 

Quisiera ser un poquito creyente y optimista de que este programa social, sea un éxito para la población de mi país que padece de hambre; pero al menos, aunque quisiera, no podría hacerlo. Para empezar, el entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto, nunca prometió en su campaña electoral llevar a cabo esta “Cruzada”; su tesis de campaña “Estado eficaz para una democracia de resultados”, el cual publique un resumen de la misma en mi blog el día 11 de diciembre del 2011, nunca refirió implementar este programa. Esto me hace pensar, que su oferta política como candidato presidencial, “oculto” éste programa social tendiente abatir el hambre de los mexicanos más pobres de mi país. ¿Fue una ocurrencia que tuvo ya cómo presidente?.

Deseo que este programa tenga el mejor de los éxitos, no quisiera pensar que cada Comité Comunitario de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, se convierta en centro de operaciones electorales, donde los recursos se destinen a los lideres vecinales de los comités seccionales del partido, los cuales, con su respectivo listado nominal de electores, “bajen” los recursos, condicionándolos con el voto o la asistencia a un mitin en calidad de “acarreados”; o “vendiéndoles” la ayuda social, como una gracia del candidato o de su partido.

En verdad, se requiere que cada mexicano, se apodere de esos Comités Comunitarios y vigilen la fiscalización del gasto público; tan sólo imaginemos, al líder vecinal de nombre desconocido, que tendrá asignado los recursos de esos 70 programas sociales y que podrá hacer uso de ellos, en forma discrecional, para favorecer al candidato  de su partido.

Imaginemos a ese líder social, en contubernio con algún funcionarillo de algún municipio, encargado también de “administrar” el recurso, es decir, de “bajar” solamente a la población beneficiada parte del programa social y otra parte, quedárselo, para garantizar la vejez de sus nietos.

Se requieren de mexicanos inteligentes, participativos, que no se dejen corromper. Habrán millones de pesos que repartirse, bocas que requerirán satisfacer su necesidad de alimenticia y conciencias corruptas, que buscaran a toda costa enriquecerse y lucrar políticamente.

Seamos todos hambrientos y no lo digo despectivamente, seamos “hambreados” para vigilar que esos 92 pesos diarios, lleguen a cada mexicano con hambre.

Tengamos “hambre” de acabar, verdaderamente, con el hambre.

Fuentes de Consulta.


http://www.mexicoevalua.org/wp-content/uploads/2013/03/MEX-EVA_DIG-HAMBRE-FINAL-P%C3%81GINA.pdf
http://www.transparenciapresupuestaria.gob.mx/ptp/index.jsp


 

 

 

 

 

 

 

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