CRÓNICA DE LA REFORMA ENERGÉTICA Y DE LA TEMIBLE PRIVATIZACIÓN DEL PETRÓLEO (Primera parte).
El 8
de abril del 2008, el entonces
Presidente Felipe Calderón Hinojosa, emanado de las filas del Partido Acción Nacional
y de haber llegado a la presidencia del país, en un proceso democrático
cuestionado por su legitimidad, presentó ante el Congreso de la Unión y con el
apoyo de su fracción parlamentaria, cinco iniciativas de ley; tres de ellas
para reformar leyes que ya existían, estas fueron las leyes de la Organización
de la Administración Pública Federal, la Reglamentaria del Artículo 27
Constitucional y de la Comisión Reguladora de Energía; así también propuso
insertar al ordenamiento jurídico, dos nuevas leyes, la primera de ellas, Ley
Orgánica de Petróleos Mexicanos y la segunda, Ley de la Comisión del Petróleo.
¡En
cambio no propuso reformar la Constitución¡.
Las
leyes fueron severamente criticadas, porque según sus delatores, su contenido
era tendiente a “privatizar” el petróleo.
Atendiendo
a ello, la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional, encabezada
por el Senador Manlio Fabio Beltrones y el diputado Emilio Gamboa, propusieron
un “paquete de reformas legales”, entre las que se encontraba la Ley de Obras
Púbicas y Servicios Relacionadas con las Mismas, la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos
y Servicios del Sector Público y la Ley del Financiamiento de la Transición Energética.
Dicha
propuesta, denominada “Reforma Energética”, también fue calificada de “privatizadora”.
Entonces,
la reacción de la segunda fuerza democrática en todo el país, se opondría a través
de un movimiento social de “insurgencia popular”. El entonces denominado “Frente
Amplio Progresista”, (actualmente “MORENA”), encabezado por su principal líder,
Andrés Manuel López Obrador, se manifestaría en las principales calles y plazas
públicas de todo el país, para oponerse a dichas reformas legales; al grado
tal, que los diputados y senadores de los Partidos de la Revolución
Democrática, del Trabajo y Convergencia Ciudadana, tomarían por asalto la
tribuna del Congreso, para evitar un “madruguete”, que reformara dichas leyes.
En
ese tenor, los partidos que componían el citado “Frente Progresista”, además de
criticar las iniciativas presentadas por el Presidente Calderón y la del
Senador Beltrones, propondría también su iniciativa de reformas, la principal
de ellas, la creación de una nueva Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos.
El
Partido Verde Ecologista Mexicano, tampoco se quedaría atrás, a través de los
Senadores Ludivina Menchaca y Arturo Escobar de la Verga, presentarían también
su iniciativa de ley “para el aprovechamiento de las energías renovables”. Una
iniciativa que abordaría el problema de la explotación del petróleo, más desde
el enfoque energético que político, económico e histórico.
El
Senado de la República convocó entonces a 28 foros de debate, en el que
comparecieron empresarios, juristas, economistas, políticos, intelectuales,
dando cada uno de ellos su postura, de reforma petrolera. Incluyendo, hasta el propio Andrés Manuel
López Obrador.
Aun
no existía el “Pacto por México” y sin embargo, las iniciativas propuestas,
luego de ser discutidas, modificadas, consensadas, fueron aprobadas tanto por
los diputados y senadores, mismas que fueron publicadas en el Diario Oficial de
la Federación el 28 de noviembre del 2008.
Entonces
en ese día, fueron publicadas, la nueva Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos, la
Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y Financiamiento de la
Transición Energética, la Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía
y la Ley de la Comisión Nacional de Hidrocarburos; adicionalmente, se reformaron
otras disposiciones jurídicas, la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional
en el Ramo del Petróleo, la Ley de la Comisión de la Comisión reguladora de Energía
y la ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
Y la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, esa … ¡no se reformó¡.
Las
reformas aprobadas, quizás no fueron a la entera satisfacción del Presidente y
de los simpatizantes de la “privatización”; pero tampoco fueron, el dique o
resistencia, de la que tanto pregonaba el PRD para impedir a toda costa, la “privatización
del petróleo”. Lamento decirles a muchos, que la llamada privatización se hizo
en forma gradual, con la única característica, de que no se modificó la norma
jurídica más importante: la Constitución.
Ahora
cinco años después, el ahora Presidente Enrique Peña Nieto propone lo que
Felipe Calderón Hinojosa no hizo, reformar la Constitución. También a esta nueva oleada de “segunda
generación” de reforma energética, se han sumado al debate nuevamente, el
Partido Acción Nacional, ahora en su carácter de partido político de oposición;
el Partido de la Revolución Democrática, sin Andrés Manuel López Obrador y
hasta el mismísimo hijo del mexicano más nacionalista y revolucionario del
siglo XX. Nos referimos a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
¡Todos
ellos proponen, la reforma energética¡.
¡Todos
ellos dicen, que PEMEX, “no se privatiza” y “no se vende”¡.
Entonces
que alguien me explique qué es eso de privatizar y vender.
¿Por
qué tanto miedo a la privatización? …
En
el próximo blog, explicaré en que consiste eso de la privatización.