¡GOYA¡ ¡GOYA¡ ... LO$ PUMA$ CAMPEONE$ DE LA UNIVER$IDAD ...
Los Pumas de la UNAM, son los campeones del futbol mexicano. Eso es para festejar, más en estas fechas en que termina el semestre y la comunidad universitaria celebra el fin de cursos, muchos egresados y otros más por egresar. ¡Goya¡…¡Goya¡… ¡Cachun Cachun Ra Ra…¡.
¿Pero de que celebramos? …
¿En verdad, nuestra gloriosa Universidad Nacional Autónoma de México está de fiesta?.
Vamos por parte. Seamos capaces de reflexionar por lo menos unos instantes y darnos cuenta, que el triunfo de los pumas de la UNAM sobre el Morelia en la final del futbol mexicano, es finalmente el triunfo, de una empresa privada. ¿? … ¡Si una empresa privada¡. Nada mas y nada menos que el gran capital triunfa en la universidad pública, gratuita y popular, aquella que se distingue por sus marchas, manifestaciones y porque expulsa a los políticos priistas y panistas repudiados de sus instalaciones, evitando a toda costa la libre expresión de sus ideas; aquella que logra paralizar las instalaciones de la Universidad por más de diez meses en la “Huelga del fin del mundo” y la que tanto presume ser nuestra “Máxima Casa de Estudios”; resulta pues, que en esa noble institución, a la que tanto amo y respeto, la que tanto se le admira por sus instalaciones arquitectónicas de Ciudad Universitaria, es nada menos y nada más, que una institución de educación superior, oficialmente la mejor del país; y de la cual, sin que nadie se dé cuenta, tiene una empresa privada, metida de lleno en el negocio del futbol, la que nos da motivos de alegría, orgullo e identidad de universitarios.
Los Pumas de la UNAM, es un club de futbol mexicano, juega en Primera División, después de las Chivas Rayadas del Guadalajara, los diablos rojos del Toluca, las Águilas del América y la maquina cementera del Cruz Azul; los pumas, nuestros queridísimos pumas, son uno de los equipos más rentables en el futbol mexicano. Ha sido campeón de la liga mexicana de futbol, por cuatro ocasiones; es un equipo, que nació en los años cuarenta, sus primeros jugadores eran estudiantes de las distintas escuelas y facultades que componían la Institución; y aunque en los años cuarenta el deporte universitario popular por excelencia lo era el “futbol americano”, el mote de los “pumas”, adjudicado a la selección universitaria de americano que jugaba inmemorables clásicos con los “burros del Politécnico”, le fue apropiado por la escuadra de futbolistas de soccer.
Los Pumas de la UNAM ingresaron al negocio del futbol en el año de 1954, gracias a las gestiones del Rector de la Universidad Nacional Nabor Carrillo y por el Ingeniero Guillermo Aguilar Álvarez, un empresario que fungió como mecenas de la selección deportiva; tardarían ocho años los pumitas de la UNAM, para ascender a la primera división, habiéndole ganado la final, al Cataluña del Torreón.
Los Pumas de la Universidad Nacional, es conocidísima por la cantera de sus brillantes e inolvidables futbolistas; de ahí salió uno de las primeras estrellas del futbol mexicano, Enrique Borja; también saldría Aarón Padilla, Leonardo Cuéllar, jugador greñudo demasiado excéntrico; también jugarían en él, una generación de futbolistas que tantas esperanzas dieron al futbol mexicano, durante las últimas tres décadas del siglo XX: Luis Flores, Manuel Negrete, Miguel España, Alberto García Aspe, Luis García Postigo, Jorge Campos, Claudio Suàrez, Rafael "chiquis" Garcia, Sergio Bernal, Braulio Luna, Israel López, Gerardo Torrado, Pablo Barrera, Héctor Moreno, Efraìn Juàrez; y qué decir, del jugador mexicano más grande de todos los tiempos: el cinco veces pichichi, ganador del “Botín de Oro”, el once ideal del Real Madrid: Hugo Sánchez Márquez. (patrocinado por Colgate).
Pero este ensayo, no tiene nada que ver con una selección de futbol; tiene que ver, con una verdad notoria y censurada, de la que muchos universitarios no se han percatado, por muy “izquierdistas”, “progresistas”, “revolucionarios”, o “cheguevaristas” sean. No se han percatado, que el triunfo de los Pumas de la UNAM, es realmente el triunfo no de la “Universidad Pública” de la que tanto defienden miles de estudiantes radicales e intolerantes, soberbios y supuestos sabedores de la verdad absoluta; sino que realmente advierte, que el triunfo de los pumas de la UNAM, es el de la “Universidad Privada”.
¡Si, así es¡. Nuestros queridos pumas de la UNAM, cuyos jugadores de ahora, dudo que hayan cursado estudios de bachillerato o licenciatura en nuestras honrosas instalaciones, son nada menos y nada más, que una de las empresas privadas más exitosas, de la principal Universidad Pública, Gratuita y Popular del pais; que por cierto, aporta los ingresos extraordinarios, que los estudiantes no quieren dar por su resistencia al incremento de las cuotas, sopretextando la defensa de la universidad pública y gratuita, y de lo que también, el gobierno ("espurio") federal subsidia, a través de los impuestos de los contribuyentes.
El equipo de futbol, perteneciente a una de las empresas más rentables a nivel nacional y mundial, (la Federación Mexicana de Futbol, perteneciente a la FIFA), depende del Patronato de la UNAM. ¿Y qué es el Patronato?. El patronato, es la entidad de la Universidad, encargada por mandato legal, de administrar el patrimonio universitario y sus recursos ordinarios, así como de los extraordinarios que por cualquier concepto pudieran allegarse. ¿Quién lo dice?. Lo dice la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México en su artículo 10. Así las cosas, el patrimonio de nuestra querida alma mater, o también conocida como “nuestra máxima casa de estudios”, lo componen sus bienes muebles e inmuebles, su dinero efectivo, valores, créditos; sus legados, donaciones y fideicomisos, sus derechos y las cuotas, que aunque sean simbólicas, son sus cuotas; sus utilidades, intereses, dividendos, rentas, aprovechamientos y obviamente, lo que el gobierno federal asigna, de conformidad al Presupuesto Anual de Egresos aprobado por nuestra Honorable Cámara de Diputados; todos estos ingresos, es el patrimonio de la universidad, sin olvidar desde luego, los ingresos que esta millonaria empresa futbolera aporta, en especial el contrato celebrado con una de las empresas más poderosas e influyentes del país: Televisa. ¡La fábrica de sueños¡.
DEL LADO IZQUIERDO EL RECTOR DE LA UNAM Y EN EL CENTRO, EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA |
¡Goya-Goya¡. … Los pumas de la UNAM, pertenecen a la Federación Mexicana de Futbol; una empresa dedicada a satisfacer el entretenimiento de las clases populares y hasta estudiantiles; ayuda a romper el tedio y en ciertos momentos, es “válvula de escape” a los problemas de crisis, legitimidad, desempleo y guerra civil (contra el narcotráfico) por los que pasa el país. ¡Esa es la verdad¡.
La Fédération Internationale de Football Association (Federación Internacional de Fútbol Asociación), FIFA, es la institución que cada cuatro años, celebra sus campeonatos mundiales de futbol; aquellos en los que México siempre participa para quedarse como siempre, eliminados en los octavos de final; esa organización privada, no es un club de personas altruistas, benefactores de la caridad; ¡Claro que no lo es¡, es una de las corporaciones económicas más poderosas económicamente, pues aunque pareciera gobernar las federaciones de fútbol en todo el mundo, entre ellas la mexicana, esta corporación capta millones y millones de dólares por los continuos campeonatos que a nivel selección o de clubs, organiza por todo el mundo.
Y es que el futbol, no sé que tiene ese deporte. Diría alguna vez, una de las mentes más brillantes e inteligentes de la comunicación en México, don Fernando Marcos, el futbol, “fue el primer deporte que descubrió el hombre al patear una piedra”; Ángel Fernández, comunicólogo de voz chillona y explosiva, decía, el “juego del hombre” y después gritaba con todos sus pulmones: “¡Gooooooooooooooooooooooooooool”. El futbol, es el deporte, no solamente el más popular, sino uno de los negocios empresariales más rentables que capta dinero tanto de empresas como de gobiernos. En él participan varias corporaciones refresqueras, cerveceras, televisoras, banqueras y otras más, financian este deporte con sus comerciales que nos invitan a todos, a formar parte de esta sociedad neoliberal y global de consumo; “Compro y luego Existo”. “Compro y veo futbol”.
La FIFA; tiene más asociados que ni las propia Organización de las Naciones Unidas, de ella depende la CONCACAF y de esta a su vez, la FMF; y dentro de ésta, ¿Quién creen?. …Pues los PUMAS de la UNAM. Es decir, nuestra selección universitaria de futbol, pues no solamente aporta millones de pesos (o de dólares) a nuestra querida Universidad, sino que también, ayuda a incrementar la fortuna, a este monstruo corporativo, que nos entretiene, nos ilusiona, nos desestreza, que por momentos, hasta nos hace ser felices y hasta sentirnos, aunque sea por un instante, universitarios.
¡Así son las cosas¡. Resulta por lo tanto increíble, que BANAMEX, HierbaLife y otras empresas, que no recuerdo, patrocinen también, a nuestro equipo de futbol; y que sea, la reprochable empresa llamada TELEVISA, quien nos haga amenas los fines de semana, transmitiendo la garra puma. ¿No es para celebrarse?. ¡Goya¡ …¡Goya¡. …Es tanta la atención que genera el futbol, que hasta los políticos más sanguinarios y autoritarios, como los fascistas de Italia o los militares de Argentina, celebraron sus campeonatos de futbol; inclusive hasta nuestros priistas “revolucionarios” mexicanos de 1970 y 1986. ¿Qué acaso no es una empresa exitosa?.
Perdóneme por la ironía de estas letras, pero es que, no me había caído el veinte que nuestra Universidad tiene una empresa privada que le aporta una cuantiosa entrada de recursos; no me había dado cuenta, que la “Universidad Privada” da resultados eficientes y cuantitativos económicamente; que nuestra Universidad, siempre criticada y defendida a ultranza, hasta la sin razón, forma parte de la sociedad global del conocimiento, que requiere desde luego, estudiantes capaces, bien preparados, con capacidad de liderazgo y con la aptitud de resolver los problemas que vivimos, y no formar, parte de estos mismos problemas.
Ojala nuestra Universidad tenga más titulados, mas premios nobeles, que tenga estudiantes bilingües, creadores de tecnología, generadores de empleos; ojala nuestra universidad deje ocupar un lugar lejanísimo del “rankin” de las Universidades y se coloque a la altura, de las mas grandes del mundo: mucho más alto que Harvard, Stanford, California, Oxford, Jiao Tong juntas; ojala, los estudiantes de la Universidad Nacional, tengan profesores doctorantes, con mejores salarios y que vivan honrosa y dignamente con salarios remunerados y no del “orgullo” de ser universitario; ojala, que nuestra Universidad, produzca mas científicos, mas matemáticos, ingenieros, biólogos; sea puntera de esta revolución tecnológica y de una sociedad verdaderamente liberal y global; sea una universidad comprometida con la educación y la excelencia, con estudiantes competitivos y no mediocres que reciban “migajas” del conocimiento, que se “fosilicen” o tengan el orgullo frijolero de ser pobres; ojala seamos una universidad que no tenga alumnos “ricos” subsidiados por los pobres; que nuestra universidad deje de ser conservadora y le baje a su ideología marxista, nacionalista, popular y soberana, que ya en esta época, está fuera de contexto; ojala, de veras, exista en la universidad, muchas empresas lucrativas como los PUMAS de la UNAM, para que nos hagan reflexionar, que la Universidad Publica, puede “privatizar” el futbol, sin perder su esencia e identidad; su compromiso social, su factor de cambio y movilidad. Que pueda aportar realmente la planta productiva, que requiere el país para su crecimiento económico y material de muchas familias mexicanas que aun viven en la pobreza; que en nuestra universidad, deje su paradigma tradicional de que “todos entran, pero terminan pocos”, para ser realmente una institución educativa, donde “todos entran y todos salen para cambiar el mundo”.
Después de todo, hay que celebrar que la empresa privada "PUMAS A.C." de la Universidad pública, nos demuestre, no tanto su excelencia deportiva al haberse coronado campeones del futbol mexicano; sino hay que celebrar, que esa empresa, demuestra que la intromisión de las empresas privadas en la UNAM, no atentan contra la institución educativa, ni con la llamada educación publica; sino por el contrario, la fortalecen y la engrandecen, haciéndonos todos participe, de este campeonato de futbol.
Digamos todos pues, ¡Goya¡ ¡Goya¡… Después compramos y vemos futbol en la "fabrica de sueños".