EL ANGEL QUE VUELA ....
Observo pero no lo creó. Es el Ángel de la Independencia que se encuentra en Paseo de la Reforma en la Ciudad de México; el mismísimo monumento que inaugurara el ex Presidente General Porfirio Díaz, hace más de cien años, la majestuosa obra del Arquitecto Antonio Rivas Mercado, el mismo que fuera inaugurado en las épocas del gobierno dictatorial que motivara la Revolución Mexicana; la gran obra conmemorativa del centenario de la Independencia de nuestra Patria, la que fuera inaugurado de manera puntual, sin que se despertara los escándalos públicos de corrupción, como los monumentos del México del 2010 que pretendieron conmemorar al triste Bicentenario y que hasta las fechas, en estas épocas de democracia y narco insurgencia, seguimos esperando su inaguración.
Pero no vengo hablar del monumento de la independencia … No expondré ningún ensayo de arquitectura, ni tampoco haré alguna remembranza histórica respecto a quien fue la modelo que inspiro la escultura de Ángel, tampoco hablare si el Ángel es un “él” o es un “ella”, finalmente en la ciudad de la biodiversidad sexual, ese debate ya lo tenemos superado; no hablaré tampoco si el Ángel se cayó en el terremoto de 1957, creó que eso todos lo sabemos; no diré nada de lo que se haya dicho antes, simplemente me limitare a observar este monumento de libertad para todos los mexicanos.
El Ángel de la independencia, nuestro emblema que nos identifica como país libre e independiente, como ciudad democrática y promisoria para el futuro próximo, encierra un gran misterio; no son los restos de Hidalgo o de Morelos, no es que se trate de un mausoleo de los héroes de patria que sirve para conmemorar los partidos de futbol, ni tampoco para que los novios poseen en ella celebrando su matrimonio; el misterio del Ángel, es ese…¡que el Ángel crece¡.
Porque la Ciudad de México, la gran Tenochtitlán; la leal e Insignia Ciudad de México como fuera llamada en el Virreinato, la “Ciudad de los Palacios” a la que se refería Humboldt; esa misma ciudad que Andrés Manuel López Obrador le llamará “La Ciudad de la Esperanza”, esa Ciudad, nuestra queridísima ciudad, ... ¡se está hundiendo …¡
Y por eso crece… Nuestra ciudad se hunde por la sobreexplotación de los mantos acuíferos, porque son mas bocas humanas las que requieren agua, porque el suelo y subsuelo lo estamos sobreexplotando para que tengamos el agua de cada día. El agua que requerimos para vivir.
No es que el Ángel crezca, simplemente, es que nos estamos hundiendo …
Estamos cayendo al fondo, por conseguir agua y más agua, mientras que contemplamos todos…como nuestro Ángel vuela …vuela y sigue volando …
En una ciudad que espero, nunca llegue a quedarse sin humanos …