¿EL REGRESO DEL PRI EN LA DELEGACIÓN CUAUHTÉMOC?



Pues bien, el 7 de septiembre, las huestes “perredistas” votaron en la Delegación Cuauhtémoc por quienes serían sus “consejeros delegacionales”, sus consejeros estatales, nacionales y congresistas; ahora bien,  más que hacer críticas a dicha organización partidista y referirme de ella, como una entidad capaz de organizar y movilizar a sus clientelas de votantes, ya sea a través de la compra de votos, la intimidación y del acarreo; ahora prefiero extender una opinión en sentido inverso, tratando de ser lo más asertivo y propositivo, que criticón y demoledor.

Y es que se necesita tener una alma de verdadero partido democrático para hacer la balandronada que hizo el PRD. Mira que convocar a una elección interna, dejando que fuera la máxima autoridad electoral del país, quien la organizará. ¡Ese es el mérito del PRD¡. Poner en manos al Instituto Nacional Electoral, aquel a quien le cuestionó su carácter imparcial y su actividad arbitral en las elecciones del 2006 y 2012, fuera ahora, quien le organizará sus elecciones internas. ¡Eso si es de aplaudirle¡. Comicios que por cierto, nadie entiende, pero que solamente los perredistas más ilustrados pueden entender.

46,194 afiliados tiene el Partido de la Revolución Democrática en la Delegación Cuauhtémoc. De esa cantidad, votaron más de 16, 354 .  Algo así como el 35.40% de los perredistas en la demarcación. Una elección, que más que interpretar el 64.60 % de abstencionismo de perredistas, que no votaron, veámoslo ahora con otro enfoque.

Me sorprende la capacidad que tiene dicho partido para movilizar a 16 mil de sus miembros, en un año, donde no hubo campañas electorales, ni comerciales propagandísticos en la prensa y demás medios de comunicación, ni nada, absolutamente nada,  que incitará a los afiliados de dicho partido, a votar. Eso nunca lo ha hecho el PRI, mucho menos el PAN.  Solamente un partido político confiado en su estructura de afiliados y con el espíritu de demócrata que ostenta en su denominación, pudo haberlo hecho, aun con todos los defectos que pudiéramos reprocharle a dicho instituto político.

Se dice, al menos eso sostiene la prensa nacional, que la elección fue ganada por los “chuchos”, grupo político diseminado en varias planillas que logró obtener la mayoría de las consejerías nacionales, así como de futuros delegados en el Congreso y el cual, se pronostica, que inclinaran su balanza, en elegir a Carlos Navarrete como el próximo Presidente del Partido, dando fin a ello también, con el otro caudillo del partido: Cuauhtémoc Cárdenas, quien además de ser el fundador y uno de los ideólogos del partido, quedo ahora totalmente rebasado, por su obra creada, sin duda alguna, un partido demócrata que le cometió parricidio.

Se habla también de dos perdedores, uno de ellos Rene Bejarano, quien con su tribu “Izquierda Democrática Nacional” perdió varias posiciones en algunas demarcaciones políticas; mientras que el otro perdedor, fue Marcelo Ebrard, ex jefe de Gobierno; quizás ambos quedaran próximamente fuera del partido, posiblemente uno o varios de sus simpatizantes, se vaya a MORENA, el partido de Andrés Manuel, quien quizás, conserva la “esencia del PRD” que construyó Bejarano desde la fundación del mismo, mientras que el segundo perdedor y su gente también, se irá con el partido político Movimiento Ciudadano, a salvarle a éste su registro.



Sin embargo, en la Delegación Cuauhtémoc, la lectura es diferente, Izquierda Democrática Nacional logra sostenerse como la “tribu” con mayor preferencia entre los perredistas, al menos estimo, que obtenga 51 de los 100 consejeros delegacionales que próximamente, designarán a quien sea, su próximo Presidente Delegacional. Seguido de ello, se encuentra Nueva Izquierda Bloque 100, lidereada por Diana Sánchez Barrios, líder además de la comunidad LGBTTT en el Distrito Federal y quien tendrá para sí, entre 20 a 22 consejerias en el Consejo Delegacional.

Ese escenario me hace recordar algunas cosas interesantes. En el año 2000, el PRI nacional hizo un despliegue de recursos, para movilizar a todos sus afiliados y simpatizantes, para elegir a quien fuera su candidato presidencial Francisco Labastida Ochoa. Aquella vez, el PRI festejo su “fiesta democrática”, sin pensar, que meses después, perdería la elección presidencial con el candidato del PAN Vicente Fox.

No sé porque, pero algo sospecho que ocurrirá eso en la Delegación Cuauhtémoc. Me parece, que la mitad del PRD, simpatizante de Bejarano, es decir, el IDN, terminará iendose del partido y se irá seguramente, apoyar la candidatura de Ricardo Monreal candidato de MORENA en la Delegación Cuauhtémoc.  Si eso ocurre, el IDN apoyará la candidatura de algún diputado federal innombrable que ya ha estado haciendo campaña, apareciendo en más de sesenta eventos públicos de audiencias públicas, acompañado de quien es el Delegado en la Cuauhtémoc y que seguramente, no durará en utilizar los recursos públicos para apoyar a su sucesor; sin embargo, me parece que si ese candidato innombrable se lanza, no tendrá la fortaleza de su voto duro, pues muchos de ellos, se irán apoyar a quien represente el liderazgo de Andrés Manuel y ese obviamente, es y será Ricardo Monreal.

De ahí que considero, que se vive el momento histórico, para que el PRI, pueda recuperar la Delegación Cuauhtémoc, después de unos largos 18 años que no la ganado.  ¡Sería también la primera oportunidad histórica que tendría el PRI para ganar democráticamente dicha delegación¡. ¿Podrá?.

La historia de las elecciones en la Delegación Cuauhtémoc, es una historia que debe de escribirse. Hagamos un pequeño recuento.



En el año 2000 Dolores Padierna Luna candidata del PRD ganó con un 35%, gracias a los votos que le proporcionó el PT. Mientras que el PAN obtuvo un 32% y el PRI un 24%.

Tres años después en el 2003, Virginia Jaramillo Flores haría lo mismo, ganando apabullantemente con un 54%, gracias a los votos obtenidos de su partido, el PRD apoyado éste por el PT y lo que ahora es MC.  Mientras que el PAN por su lado, obtuvo un 20%, y el PRI, tuvo la peor votación histórica, al lograr obtener sólo el 11% de los sufragios.  Parecía entonces que el destino del PRI era desaparecerse, sino del país, si al menos de la Delegación Cuauhtémoc.

En el año 2006, el PRD contendió con el ahora, uno de los aspirantes a reelegirse en la Delegación, actualmente diputado federal, logrando obtener un 49%, triunfo también igual de aplastante; mientras que el PAN obtuvo un 26% y el PRI, sólo el 14% de los votos. El PRD entonces pasaría por su mejor momento histórico, no solo en el Distrito Federal, sino en todo el país. Andrés Manuel López Obrador, estuvo a punto de ser Presidente.



Sin embargo para el año 2009, siendo el candidato Agustín Torres Pérez, el triunfo del PRD no fue tan avasallador como lo fue en las elecciones pasadas. Aquella vez, logró obtener con el apoyo de sus partidos aliados (PT y MC), un 38%; mientras que el PRI y el PAN lograron obtener el 19% cada uno de ellos. Es decir, si la oposición se hubiera aliado, el PRD hubiera perdido; máxime que el PVEM logró obtener 7% de los votos y el PANAL un 3%.   Quizás esta baja en el porcentaje de votos del PRED, se debió sin duda alguna, al “voto de castigo”, por las protestas que hiciera Andres Manuel López Obrador, al bloquear el Paseo de la Reforma.

Las elecciones del 2012, el “efecto Mancera” en el Distrito Federal fue determinante para el triunfo de muchos candidatos perredistas en la delegación. En el caso de las elecciones de Jefe Delegacional, el actual delegado logró obtener el 42%, porcentaje mayoritario, pero no como el que en su momento obtuvo su partido en los años 2003 y 2006; mientras que el PRI logró convertirse en segunda fuerza con el 19% de los votos y el PAN, bajaría a un tercer puesto, con el 16%. Por otro lado PANAL obtuvo el 3% y el PVEM el 2%.

Ahora el PRD con su elección interna, da muestras de su fortaleza al manifestarse ante la sociedad y a sus críticos, como un partido, con una capacidad de movilización, que el PRI no ha podido demostrar todavía, mucho menos el PAN, ahora inexistente en la Delegación.

Para nadie es secreto, que el gobierno de Miguel Ángel Mancera ha sido franco de ataques que sus antecesores no tuvieron, muchas de sus medidas impopulares, el desalojo de los maestros del CNTE, el cierre de la linea 12 del metro, la imposición del doble "Hoy No Circula", lo ha convertido en un personaje, mas identificado con los priístas, que con los propios perredistas.



El PRD en el mejor momento histórico de haber mostrado su civilidad política, se encuentra ahora en riesgo de perder por vez primera la elección delegacional. El nuevo presidente del PRI en la Delegación Cuauhtémoc Rubén Jiménez Barrios cuenta con la simpatía de una de las familias que tienen liderazgo político en la demarcación y cuyos familiares, militan algunos en el PRI y otros más en el PRD.

Así las cosas, el PRI tiene la oportunidad histórica de pactar una alianza con el Partido Verde Ecologista y con Nueva Alianza, lo que lo haría posicionarse, con amplias posibilidades de ganar. Si el PRI logra aliarse también con el PAN, entonces las posibilidades del triunfo son muy amplias. Tomado en cuenta que si sumamos el porcentaje de votos obtenido por dichos partidos en las elecciones del 2012, fue del 40%, frente al 42% que obtuvo la coalición de partidos PRD-PT-MC. Concluimos pues, que aparentemente el PRD ganaría la votación del 2015, con solo dos puntos de ventaja. Sin embargo, hay un “pero”.



MORENA y el Partido Humanista, le restaran votos al PRD. Ricardo Monreal será el candidato de MORENA y con él, los votos del IDN incrustados en el PRD, terminaran cediendo su voto a Monreal y no al candidato que designe el PRD. De tal forma, que estamos hablando de un variante que no existió en las elecciones pasadas. ¡Nos enfrentaremos con un PRD dividido¡. Eso significa que el 42% de los votos que obtuvo dicho partido en el 2012, habrá que restarle un porcentaje considerable, aún por definirse.

Por otra parte, el Partido Humanista de reciente creación, cuenta con el apoyo de algunos experredistas que colaboraron con la ex delegada Virginia Jaramillo Flores cuyo liderazgo regional y el apoyo de sus bases, pudiera significar, que también se le quite votos al PRD.  Todo dependerá pues, de la habilidad de dicho partido, para designar correctamente a quien será su candidato; sin embargo, el “Humanista”, cuenta con la limitante de no poder coalicionarse con alguno de los partidos grandes, por lo que ellos, jugaran su “propia campaña”; y en ese tenor, cabe la posibilidad, de que si se da la coalición PRI-PAN y por otro lado el PRD con sus partidos aliados, el Humanista sería entonces la gran sorpresa de la elección local. Al posicionarse en una “tercera opción” para el electorado, que no simpatice con el PRI, ni con el PRD.     

El futuro de MORENA en la delegación Cuauhtémoc, no es la de ganar la demarcación. No lo hará, por la sencilla razón de que dicho partido, nació expulsado del PRD y el voto de éste último, será para el candidato que decida postular el PRD, no Andrés Manuel López Obrador.

Por otro lado, aun no visualizo a ningún candidato independiente que quiera contender por la Delegación, lo que me hace suponer, que la posición del PRI será la de fortalecerse, con miras a recuperar la Delegación que alguna vez le perteneció.

Y entonces, eso me hace pensar muchas cosas. Para que el PRI gane la elección en la Cuauhtémoc, necesita orquestar un trabajo de "ingeniería electoral" que le permita asegurar su triunfo. Dicha ingeniería consistiría sin duda alguna, en “fracturar” al PRD, y por otra parte, buscar las alianzas con el PAN, PVEM y PANAL que le permitan sumar votos.  

El PRD será fracturado con MORENA, de eso no me queda la menor duda. Nada mejor que el PRI regrese también a la Cuauhtémoc, que encontrar a una “izquierda dividida”.  Pues ni aun con los escándalos sexuales de su anterior dirigente, puede restarle al PRI la posibilidad real de ganar.

Y lo que es peor todavía, la variante de que el PRD con sus 46 mil afiliados en la Cuauhtémoc, se encuentra sólo en su futuro. Sin el apoyo político del Jefe de Gobierno que no meterá las manos a favor de un partido, que para empezar, nunca fue, ni es, ni será su partido. Ultimadamente, a Mancera le vale gorro las pugnas perredistas por la Delegación Cuauhtémoc. Su candidato, no esta ahí.

El PRD se encuentra sólo también, porque ante él, se enfrentan los estrategas electorales del PRI que con el despliegue de recursos públicos que harán de la construcción del aeropuerto y de la ampliación de cuatro líneas del Metro; se disponen ahora, a revivir la “Operación Ebrard”, que consiste precisamente, en recuperar la Ciudad de México, tal como lo hicieron en 1991.



Y entonces pienso, que cuando la gente dice las redes sociales que detrás del Presidente Enrique Peña Nieto se encuentra Carlos Salinas de Gortari, me pongo a pensar en este mundo de conjeturas, de sospechas y complots, que así es realmente.

El Distrito Federal, al menos, la Delegación Cuauhtémoc (y espero no equivocarme con nueve meses de anticipación), se encuentra en la víspera de vivir, sus últimos minutos perredistas.

Más vale que el Jefe Delegacional, haga una buena entrega de la Delegación.

Porque de cumplirse mi pronóstico, el PRI regresará. 






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