C@MUNCIAD@A DE LA REV@LUCI@N 015/3010
La guerra civil en Mexico no podía ser un fenómeno aislado. La intervención extranjera de los Estados Unidos jugaría un papel importante en lo que sería la caída del régimen dictatorial.
Ya meses antes, un incidente suscitado con Francisco Villa en el asesinato del Inglés W. Beton, preocupó a los estadounidenses sobre el riesgo que podrían tener sus connacionales y la afectación a sus intereses.
Después, otro incidente se suscitó, cuando una embarcación estadounidense fue capturado en Tampico, donde fueron detenidos temporalmente siete soldados estadounidenses, lo que dio origen, a la enérgica protesta del Gobierno de los Estados Unidos, al grado de analizar en el Congreso Americano la posibilidad de iniciar la guerra contra Mexico.
Las gestiones diplomáticas del gobierno de Huerta promovió que Naciones como Argentina, Brasil y chile, buscaran un acercamiento entre el Gobierno golpista y el de Estados Unidos, a fin de evitar también una posible guerra.
Y mientras el Ejército Constitucionalista tenía el control del norte del país, no dudó el Usurpador adquirir armamento y municiones de los alemanes. Fue así como en 1914 él Barco Ipiranga fue interceptado por la Naval americana, para que dichas armas no llegaran a Victoriano Huerta y después de ello, inició un bombardeo, para que los marines americanos, pudieran ocupar Veracruz.
Wilson manifestó que no era su deseo iniciar la guerra contra Mexico, pero la verdad de las cosas, le estaba “ayudando” a Carranza. Aunque este protestará por la intervención armada sobre suelo patria, bien sabía, que las posibilidades de derrotar a Huerta era cuestión de tiempo.
Había que esperar pues, .... pero Pancho Villa no era tan paciente.