C@MUNICAD@S DE LA REV@LUCI@N 006/3010
Siguiendo con el recuento de la historia.
El país convulsionado y reprimidos los revolucionarios en Morelos y Chihuahua, pronto surgieron los exporfiristas, para restablecer el orden, por un lado, la revuelta del "sobrino de su tío" Felix Diaz y por el otro, el eterno aspirante presidencial Bernardo Reyes.
Mientras eso ocurre, Madero promete analizar el problema agrario y obrero, pidiendo cesar el derramamiento de sangre; asimismo con el fin de recaudar mayores recursos públicos, decide éste cobrar tres centavos por cada barril de petroleo que exploten las compañías petroleras.
Las condiciones estaban dadas para que el Embajador de los Estados Unidos Henry L. Wilson, decidiera "poner orden" en el país. Madero incapaz, sólo entre sus viejos compañeros de causa y atacado por éstos junto con los exporfiristas; depende ahora sólo de la lealtad de quien fuera el Ejército Federal que alguna vez combatió.
La tentación pues llamó al general Victoriano Huerta. ¡La Decena Trágica empezaría¡.