PRESIDENCIALISMO Y PRIISMO
El día de hoy, el PRI cumplió 91años. El partido político que desde su fundación prometió acabar con los caudillos, para dar inicio a las Instituciones.
Pero ha decir verdad, la única Institución que creo el PRI, fue la Institución Presidencial. Aquella que tiene poderes metaconstitucionales, que enarbola las virtudes humanas y que tiene un liderazgo patriótico y revolucionario.
Al pueblo de Mexico le gusto mucho ese modelo institucional de gobernanza, por eso cada seis años, en su conciencia colectiva cree que un nuevo país nace y muere, porque eso fue lo que aprendió del PRI y eso es lo que le dicen, los que son “priistas de closet”.
En los últimos treinta años han nacido apenas las instituciones que dan forma a la República constitucional. Aparecieron a la luz pública la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Instituto Federal Electoral, el Poder Judicial comenzó a tener mayor intervención en la vida pública, el Congreso de la Unión dejó de ser controlado por un solo partido; surgiría la Auditoría Superior de la Federación, el Instituto de Información Pública, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, el federalismo restaría poder al Presidente.
Si en este país se sabe de la corrupción y de las violaciones a los Derechos Humanos, no es por la voluntad del Presidente, sino por el cúmulo de información y de las acciones jurídicas implementadas por esas mismas instituciones. Esto sumado a la revolución informática que vivimos, es lo que nos convierte en una sociedad informada, bien o mal, pero informada.
Hay instituciones pendientes que den luz y trabajen en plenitud. Falta el Sistema Anticorrupción, un Ministerio Público autónomo del Presidente y desde luego, un poder judicial de acceso común a todos.
De igual forma, faltan romper más monopolios, entre ellos el de los medios masivos de comunicación. (Creación perversa de esa institución presidencial).
Por eso el futuro del país, no puede estar fincada en la redención de un solo hombre. Eso sería un retroceso político y cultural. Necesitamos avanzar para extinguir por siempre no solo al PRI, sino a la conciencia priista que aprendimos de ellos.
Su “Institución Presidencial” que “todo lo puede”.