LA MUERTE Y EL DERECHO ...O EL DERECHO Y LA MUERTE
JOSÉ GUADALUPE POSADA |
La muerte y el derecho, o bien, el derecho y la muerte; hagamos otras combinaciones, el derecho a la muerte, o peor tantito, la muerte del derecho ....
La muerte es un hecho natural cierto ...es una condición jurídica, es decir, un acontecimiento futuro de realización incierta, suspensiva o resolutiva, de la que pueden surgir derechos y obligaciones; o bien, podría ser un plazo, ya sea sujeto a un tiempo determinado o indeterminado. ¿Que será entonces?
Podría ser a plazo determinado, cuando obre sentencia judicial emitida por autoridad competente; o podría ser indeterminado, cuando una aseguradora, así lo haya determinado.
La muerte es por lo tanto un hecho jurídico; al menor que el cuius, decida por declaración unilateral de voluntad, privarse de su propia vida, es decir suicidarse; ya sea mediante la eutanasia, "voluntad anticipada", o siendo sujeto pasivo, víctima y ofendido de su propio homicidio consentido.
La muerte genera derechos y obligaciones; pero no para el muerto, que muerto esta; sino para los vivos, quienes son los que resienten sus efectos; pues además de llorarle al difunto o inclusive, celebrar su viaje eterno sin regreso, son los que podrían recibir la masa hereditaria o el legado; ¿O que otro tipo de sucesión podría pactarse por mortis causa?.
La muerte ... es por lo tanto el cumplimiento de cualquier obligación, cuando así haya sido pactada ...
Pero también la muerte, es el castigo corporal, la sanción, cuando esta hubiera sido legislada.
Luego entonces, la muerte es el cumplimiento de cualquier obligación y también es, castigo corporal. ¡En fin, la muerte es el fin. ¡Obligación y castigo es¡.
Por eso, el Estado regula la muerte de cada uno de las personas ....(pues todas las personas son vivas, si fueran muertas ...no podrían ser "personas muertas"...ni serían personas, ni estarían mucho menos muertas. ...Por lo tanto, los muertos, son cosas, bienes "sacros"..."fuera de comercio". (No creo que nadie se atreva a comprar, vender, rentar, o realizar cualquier otro acto jurídico con los muertos, salvo los comerciantes que serían capaces de vender hasta su propia madre, por eso celebran el contrato de seguro de vida, que debería llamarse, "seguro de muerte"; y también otros macabros mercaderes, del tétrico negocio de las pompas fúnebres; algunos de ellos, convertidos en verdaderos agentes de bienes raíces, pues venden lotes, nichos y hasta mausoleos...
Y como el Estado regula la muerte, a través de sus normas jurídicas, ya sea desde un juicio de presunción de muerte, testamentos y hasta pena capital; resulta obvio, que no podría prohibir que nadie se muera...pero si podría, castigar a quien no respete la vida.
El Estado, puede por lo tanto, premiar también, al que se muera.
El Estado, soberano o por representación popular, puede discutir, reflexionar, juzgar, cualquier asunto relacionado con la muerte.
Entonces...la muerte, si es un objeto que regula el derecho ...¿o no lo regula?;..¿Serán los políticos, los que las vale un bledo la vida digna de sus ciudadanos ....?. Y por eso andan haciendo leyes ...para que la vida no valga nada: llamese ¿aborto?, ¿pena de muerte?, ¿eutanasia?;..o legislar los derechos de una vida, que no es vida. ¡O bien, hacer elecciones, para que voten los muertos¡.
Total, quien podra escribir tantas reflexiones de la muerte y el derecho, si finalmente, dentro unos cien años, cuando yo vuelva a leer estas lineas ...¡Yo también estaré muerto¡...
jajajajaja....
JOSÉ GUADALUPE POSADA |
Excelente reflexión que nos invita a ir un poco más allá y diferenciar las obligaciones yderechos del que ya no está con las del que se queda con ellas
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